El clima y la naturaleza de Andalucía, además de ser el mejor reclamo turístico, brinda la posibilidad de obtener energía de una forma sostenible y eficiente. La comunidad autónoma cuenta con abundantes recursos renovables, de los que se puede obtener calor, electricidad o combustibles de forma limpia e inagotable. El sol, el viento, el agua, la biomasa y el calor de la tierra (geotermia) son fuentes autóctonas de energía y, en la actualidad, permiten satisfacer un 14% del consumo energético. Sin embargo, su potencial va mucho más allá. El sol que se recibe en Andalucía podría suministrar 70 veces la energía que se consume. En cuanto a la biomasa, considerando el desarrollo de la tecnología actual, el potencial podría aportar el 21% de la energía primaria consumida.

Para aprovecharlo en toda su magnitud se requiere contar con tecnología capaz de transformarlo en energía útil. Andalucía es pionera en el aprovechamiento de la energía eólica, solar y biomasa. Cuenta con centros tecnológicos como el Centro de Tecnologías Avanzadas en Energías Renovables (Ctaer) o la Plataforma Solar de Almería, (PSA), que son referentes en solar y eólica; y con la transferencia de conocimiento entre las universidades y las empresas andaluzas que abanderan la I+D+i en tecnologías renovables.

Puesto que el primer paso para el aprovechamiento energético ha de ser una cuantificación del recurso, la Agencia Andaluza de la Energía ha diseñado una serie de herramientas que permiten evaluar la cantidad de recurso disponible en cada provincia andaluza. Así, por ejemplo, se han creado mapas de radiación solar y del recurso eólico, que se han puesto a disposición de los usuarios en la página web de la entidad (www.agenciaandaluzadelaenergia.es ), lo que permite hacer una estimación inicial de la cantidad de recurso disponible en una determinada zona. También se ha desarrollado un mapa de potencial de biomasa que será publicado próximamente.

La geotérmica y la marina

Otros recursos renovables menos conocidos, como la energía geotérmica (el interior de la tierra almacena, en forma de calor, esta energía renovable donde el subsuelo se convierte en un inmenso acumulador) o las energías marinas tienen también potenciales importantes en Andalucía. Según la evaluación desarrollada por la agencia, el calor acumulado en el subsuelo, tanto en las rocas como en los acuíferos, puede ser aprovechado en una gran parte del territorio para la generación de calor.

A bajas temperaturas, la energía geotérmica es susceptible de ser aprovechada para calefacción. Los mayores potenciales están en el entorno de las grandes ciudades, destacando Granada, Almería y todo el valle del Guadalquivir. Por tanto, un gran porcentaje de la población andaluza podría beneficiarse de esta tecnología. A más alta temperatura puede pensarse en la utilización de energía geotérmica para la generación de electricidad. En este caso, las zonas con mayor potencial son Lanjarón, en Granada; Alhamilla y la costa de Roquetas, en Almería; Lebrija en la provincia de Sevilla y las zonas limítrofes con Extremadura y Ciudad Real.

La energía de las corrientes marinas, por su parte, ofrece para Andalucía, y más en concreto en la zona del Estrecho de Gibraltar, uno de los potenciales más elevados del mundo. La Agencia Andaluza de la Energía estima un potencial bruto de 7.000 MW, capaces de generar 60.000 GWh/año (gigavatios hora/año), superior al consumo eléctrico de Andalucía y Marruecos juntos.

La energía del sol, de la que se puede disfrutar en Andalucía un elevado número de horas al año, se transforma en electricidad en centrales fotovoltaicas y termosolares. Esta última tecnología, que convierte a Andalucía en referente a nivel mundial, está experimentando un rápido crecimiento y la región cuenta ya con casi 500 MW instalados. También puede aprovecharse el calor que ofrece el sol a través de paneles térmicos para generación de agua caliente. En este caso, en Andalucía hay instalados a día de hoy 713.000 m2.

En cuanto al recurso eólico, es uno de los que mejor se ha aprovechado en la comunidad autónoma gracias a la importante evolución de la tecnología y el consiguiente abaratamiento de costes, lo que ha permitido instalar más de 3.000 MW. Se prevé que en los próximos años continúe su evolución con la previsible expansión de las instalaciones off-shore o de eólica marina.

El olivar y la biomasa

La biomasa es uno de los recursos renovables más importantes, gracias principalmente a la aportación del olivar, que, además de ofrecer el preciado aceite, aporta valiosos subproductos con un elevado contenido energético: el hueso de aceituna, el orujillo generado en las extractoras de aceite, la poda y la leña. Todos ellos pueden aprovecharse tanto para la generación de calor como de electricidad. Andalucía cuenta con un potencial de biomasa total de 3.958 kilotoneladas equivalentes de petróleo/año (ktep/año), de los que más de un 33% son residuos agrícolas. El resto son residuos forestales, industriales, ganaderos, cultivos energéticos y residuos sólidos urbanos.

En la actualidad, Andalucía cuenta con 18 plantas de biomasa que suman 208,7 MW y 16 plantas de biogás, que suponen 25,11 MW más, donde se transforman residuos biodegradables en energía renovable. El aprovechamiento de la biomasa para usos térmicos (calefacción, vapor y agua caliente sanitaria para procesos industriales o calentamiento de piscinas entre otros) está en pleno crecimiento. Casi 630 ktep se generan a partir de biomasa y biogás, resultando económicamente muy rentable en comparación con los combustibles fósiles.

En cuanto a la pequeña hidráulica (hasta 10 MW), existen en la región numerosas centrales abandonadas que disponen de saltos de agua existentes a lo largo del territorio y que anteriormente se aprovechaban para generar electricidad. Muchas de estas centrales podrían recuperarse con rehabilitaciones poco costosas. Concretamente, la Agencia Andaluza de la Energía ha valorado que 84 centrales tienen elevadas posibilidades de recuperación, lo que podría suponer una potencia de 28,49 MW.