Benito García de Torres líder de CDeI, calificó ayer de "drástica" y "torpe" la decisión del alcalde de Pozoblanco, Pablo Carrillo (PSOE) de destituir a los concejales de CDeI decretada el martes tras la presentación por parte de estos en el pleno del lunes de una enmienda a los presupuestos elaborados por los socialistas y hasta ayer socios de gobierno. Un "decretazo --dijo-- que evidentemente ha sido una operación que estaba suficientemente estudiada y preparada", añadiendo que era legítimo pero de dudosa moralidad. En una rueda en la que estuvo acompañado por sus compañeros cesados y otros miembros de su partido, García dijo sentirse "víctima" del PSOE por confiar "en quien no merecía ninguna confianza" y volvió a reconocer el "error" de no haber abandonado a sus socios tras la pérdida de la mayoría que supuso el abandono de las filas de CDeI de Josefa Márquez. Justificó su permanencia por un "ejercicio de responsabilidad", pero se quejó de que las conductas del alcalde a partir de ese momento les han causado un gran perjuicio. Para García, "la actuación constante de Pablo Carrillo y su segundo no ha sido, creemos, más que una venganza elaborada a priori que viene de antaño y que probablemente está bien diseñada incluso por agenes externos de nuestra propia localidad".

Benito García quiso justificar la enmienda que les ha apartado del gobierno de Pozoblanco diciendo que "si la confianza entre ambos socios de gobierno está rota, si quien ostenta la Alcaldía no ha contado con sus socios para realizar el presupuesto y además les ha hurtado la posibilidad de explicarlos conjuntamente a los portavoces de otros grupos como se ha hecho históricamente", lo normal, añadió, "es que si no coincidíamos con ningún planteamiento tuviéramos la legitimidad de presentar, como grupo municipal, una enmienda siempre que favorezca el interés general".

Puso en duda la capacidad de sus exsocios de gobierno para sacar adelante el futuro trabajo y acusó a Carrillo de "vivir de las rentas políticas de lo que otros han hecho".