De las 800 hectáreas de uva tinta que existen en el marco vitivinícola cordobés según los últimos datos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, más de 600 pertenecen a socios de la cooperativa La Unión, lo que significa que el 85 por ciento de los caldos amparados por el indicativo Vinos de la Tierra de Córdoba sale de esta entidad fundada en 1979 por un grupo de agricultores impulsados por la organización UAGA.

Otra de las entidades de referencia en la elaboración de vino tinto es la cooperativa Nuestra Señora de la Aurora que, junto con La Unión y con San Acacio de Montemayor, moltura la mayor parte de la uva tinta que se produce en la comarca.

En Montemayor, las primeras plantaciones de esta clase de uva se realizaron en el año 2000, al amparo de las ayudas que la Unión Europea concedió para la reconversión y la reestructuración del viñedo de la zona Montilla-Moriles. Con todo, la primera cosecha de variedades tintas en la cooperativa San Acacio no llegaría hasta el mes de agosto de 2002.

En la actualidad, la sociedad montemayorense cuenta con más de 30 hectáreas de viñedos de variedades tintas. De ellas, un 80 por ciento están dedicadas a la variedad syrah; un 15 por ciento a uva tempranillo y el cinco por ciento restante a tintilla de Rota.

La recolección de variedades tintas en la Campiña cordobesa se encuentra ya en su ecuador. Cada año, la vendimia de frutos negros comienza con la variedad Merlot, que es la primera en madurar. Tras ella, se recolectan las uvas del tipo Syrah, Tempranillo y Cabernet Sauvignon, cuya aclimatación a la zona Montilla-Moriles está más que constatada desde las primeras experiencias que se llevaron a cabo en 1973. J.P. BELLIDO