El lupus es un trastorno autoinmune, multisistémico, crónico que altera la vida y el sistema inmunológico del organismo. De este trastorno se conocen aproximadamente entre 500 y 600 casos en Córdoba. De ese total de afectados, un 90% son mujeres, de entre 20 a 40 años, existiendo casos hasta en niños de 8 a 12 años. La causa de esta enfermedad reumática no contagiosa es desconocida, aunque se sabe que hay múltiples factores que intervienen en su aparición, hormonales, genéticos, inmunológicos y medioambientales. Los síntomas más comunes en sus inicios son cansancio, fiebre sin explicación, pérdida de peso, dolores articulares y lesiones en la piel relacionadas con el sol. Los anticuerpos del sistema inmunológico del paciente afectado, sin conocerse la causa, se descontrolan y atacan a las propias células del cuerpo.

Para dar visibilidad a las personas con este trastorno ante la sociedad y las instituciones sanitarias ha surgido en Córdoba Acolu (Asociación Cordobesa de Lupus), "un colectivo comprometido con la mejora de la calidad de vida de los pacientes afectados de lupus, que quiere prestar apoyo a pacientes, familiares y allegados", señala María Isabel Ruiz, presidenta de esta asociación.

Ruiz apunta que los objetivos con los que ha surgido Acolu son ofrecer información veraz y de calidad sobre la enfermedad al paciente y su entorno familiar, así como a todo aquel que lo requiera, además de orientar a los asociados sobre la resolución de problemas médicos, psicológicos y sociales en cualquier momento y circunstancia (aceptación del diagnóstico, encontrar especialista, gestionar algún trámite, entre otras necesidades). También se plantea esta asociación impulsar la mejora de los servicios sanitarios y promover la investigación clínica y mejores tratamientos.

Acolu oferta diferentes servicios a sus asociados (atención personal sobre la enfermedad; información sobre campañas y eventos; organización de jornadas informativas o de convivencia para fomentar el encuentro de afectados, familiares o interesados; asesoramiento psicológico, legal y de fisioterapia).

Para sufragar los gastos de la asociación, este colectivo ha fijado una cuota mensual de 4 euros para los socios, y espera contar con donaciones por venta de lotería, colaboración de voluntarios y aportaciones de laboratorios y entidades públicas,

Para una mejor atención sociosanitaria de este trastorno, la presidenta de Acolu demanda a las administraciones sanitarias que "se reconozca el lupus, por sí mismo, como una enfermedad incapacitante. Es decir, que se puedan producir bajas por brotes de lupus (y no por sus síntomas) y que estas mismas circunstancias sirvan a la hora de establecer grados de discapacidad funcional".

"Sería deseable que se creen unidades específicas en todo el sistema sanitario público, para tratar de forma unificada a los pacientes con lupus y otras enfermedades autoinmunes. También es necesario, y lo pedimos sin descanso, que los productos de fotoprotección (para evitar los efectos de la radiación solar) sean recetados por la sanidad pública, ya que para un paciente con lupus no es un producto cosmético, sino una necesidad real para sobrevivir, teniendo que usar protectores solares hasta en invierno. Muchos lúpicos reaccionan hasta con la luz de las lámparas halógenas", explica María Isabel Ruiz.