Vivir es fácil con los ojos cerrados, dice una canción de Los Beatles que pone nombre a una práctica muy habitual del ser humano, vivir ajeno a lo que no nos gusta de lo que acontece alrededor para que la existencia sea más llevadera. Quienes no pueden cerrar los ojos a lo que pasa en la calle son las instituciones y las entidades sociales que estos días de calor extremo se encargan de dar respuesta a las personas sin hogar. Al igual que en invierno se pone en marcha un plan especial para los días de más frío, desde el pasado 13 de junio el Ayuntamiento de Córdoba tiene activado un protocolo para dar refugio a quienes no lo tienen en las peores horas del día. Según la subdirectora del área de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Victoria Paniagua, la Casa de Acogida Municipal, situada en Campo Madre de Dios, «ha atendido a medio centenar de personas hasta el pasado 13 de junio» en el servicio extraordinario puesto en marcha entre las 14 y las 20 horas.

Las personas sin hogar pueden acceder a las instalaciones, donde tienen la posibilidad de ducharse, tomar la merienda y pasar la tarde en alguna de las salas de la casa con aire acondicionado, donde pueden leer o ver la televisión. «Hay algunas personas que vienen todos los días y otras que solo lo hacen de vez en cuando», explica el conserje del centro, «pero la mayoría aprovecha estas horas al fresco para dormir tranquilos», señala. Según José, «salvo excepciones, conocemos a todos los que vienen porque han sido usuarios de la casa antes o porque están en algún programa de la red Cohabita». Las normas marcan que nadie puede acceder si llega bajo los efectos de alcohol y drogas. A este dispositivo, se suma como novedad este año desde el 1 de julio el servicio de centro de estancia diurna del comedor trinitario (Marrubial). «Hasta las 20 horas disponen de sala de estar, merienda, actividades socioculturales y formativas», explica su director, Eduardo García, «pueden ver películas, leer y los martes y jueves van en grupos de 25 a la piscina municipal de la Fuensanta gracias a un convenio con el Imdeco». Según García, «la asistencia varía según el calor, hay días de 8 o 10 usuarios y otros con más de 20». El comedor aprovecha el verano para ofrecer salidas a las personas sin hogar o en riesgo de exclusión, que en lo que va de mes ya han visitado el Jardín Botánico, el zoológico y la Diputación. El servicio de atención diurna, según García, se mantendrá activo también en agosto de lunes a viernes por las tardes (15 a 20 h). El objetivo es que se mantenga el resto del año para completar la atención a quienes no tienen un techo.