El Ayuntamiento iba a acometer en varias fases la reforma del Alcázar. El proyecto, anunciado hace cuatro años, se inició con una primera actuación que consistía en colocar dos ascensores, limpiar y consolidar el Patio de Mujeres, habilitando taquillas, y recuperar la entrada por la Puerta Barroca, ubicada en la Ribera, para cambiar el itinerario de visitas. Esa primera fase concluyó hace año y medio pero no se llegó a poner en uso a la espera de la segunda, que, a pesar del tiempo transcurrido, continúa en el proceso de elaboración del proyecto. Al no estar aún terminado ese proyecto y faltar la licitación, adjudicación y ejecución de las obras, el Ayuntamiento ya tiene asumido que la reforma acumulará tres años de retraso. El propio responsable de Cultura, David Luque (PSOE), así lo reconoce. Si Urbanismo está ultimando el proyecto, «una vez que esté redactado, hay que sacarlo a licitación, y, como mínimo, son otros tres meses hasta que se adjudique, más el plazo de ejecución», de forma que «la primera fase de la obra va a estar casi tres años sin poder inaugurarse», señala, por lo que admite que no estará en este mandato.

El Ayuntamiento acaba de licitar la puesta en servicio de los dos ascensores instalados en el Alcázar, presupuestada en 35.773 euros. La medida se toma, según Luque, para que, «mientras se redacta la segunda fase, haya accesibilidad a través de los ascensores y poderlos poner en marcha». Luque explica que se ha detectado que «algunos de los elementos de la primera fase, al no estar en uso» y «pasar tanto tiempo, puede que se deterioren». Eso puede ocurrir «en los aparatos de aire acondicionado, en los tornos y en algunos aparatos eléctricos», señala, de ahí que se aplique esta medida, que permitirá «habilitar el acceso de la primera planta a la segunda, que está bloqueado, para que con esa pequeña intervención se pueda dar servicio a los ascensores».

El paso del tiempo ya está haciendo estragos en la parte acondicionada del Alcázar. En la portada barroca se puede observar vegetación, que ha invadido el Patio de Mujeres, que, según Luque, «no está en uno de sus mejores momentos». Luque asegura que «desde Cultura no entendemos cómo el monumento municipal más visitado de la ciudad no ha sido prioritario para terminar la segunda fase y abrir el nuevo itinerario». La segunda fase, presupuestada en 300.000 euros, lleva incluida en el presupuesto de Cultura desde el 2016 porque, según Luque, «la idea era que continuara la obra y que se fuese licitando la segunda parte mientras se acababa la primera, pero no ha sido un proyecto prioritario para Urbanismo». Luque recuerda que la decisión de esperar a estrenar lo ejecutado fue de Urbanismo pensando en que habría «continuidad» y debido a que las obras pendientes necesitan andamios en la Puerta Barroca.

Por su parte, Urbanismo -en manos de IU- explica que está ultimando el proyecto, cuyo plazo y presupuesto no concreta. Urbanismo afirma que, además de sus propios proyectos, «desarrolla las prioridades que señala el Ayuntamiento, como ha sido la actuación en el Gran Teatro, obra compleja a punto de finalizar; el Archivo Histórico, en licitación; y las obras del plan turístico». Insiste en que, «dentro de los medios disponibles, la prioridad la marcan las áreas municipales» y que en el Alcázar está a punto de licitarse la intervención en la Torre de la Inquisición.

Hace un año, este periódico publicaba que la apertura del Alcázar por la Ribera se retrasaba para seguir con la segunda fase, centrada en la Puerta Barroca y en el lienzo de muralla del Patio Mudéjar. Entonces la previsión del Ayuntamiento era iniciar las obras en el 2017 y acabarlas en el 2018. Hay una tercera fase que afectará a los paseos de ronda sobre los lienzos de muralla que unen las torres, tras la que todas serán visitables y no solo la de los Leones. El área municipal de Cultura preveía llevarla a cabo en paralelo a la anterior.