Médicos de la unidad de cuidados intensivos de neonatos del hospital Reina Sofía se reunieron ayer con los padres de los niños aislados para informarles de la evolución de sus hijos tras descubrirse la presencia de la bacteria klebsiella pneumoniae en el servicio. A causa de esta bacteria, que se sumó a un "complicado cuadro clínico", una niña prematura falleció el pasado martes, según informó el hospital tras los análisis practicados con posterioridad a la pequeña. El resultado de la autopsia aún no se conoce.

REUNIONES Médicos del hospital se reunieron por la mañana y por la tarde con los padres de los niños aislados tras la demanda de información planteada por los familiares de los bebés. La preocupación creció ayer tras conocer el comunicado del hospital en el que se informaba de las medidas que se habían adoptado para controlar la bacteria y que había fallecido una niña prematura. Fuentes del hospital cordobés informaron ayer de que no se había producido ningún cambio en la evolución de los niños afectados respecto al viernes y que se mantenían los nueve casos que se están atendiendo en el centro por la infección.

PROTOCOLO DE ACTUACION Asimismo, el hospital recordó que ha adoptado el protocolo de actuación que requieren estos casos y ha procedido a realizar un estudio epidemiológico y microbiológico en la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatos. Junto a la adopción de medidas que eviten contagios y eliminen las vías de transmisión, el hospital señaló que ha extremado las medidas preventivas, clínicas y de tratamiento contra la presencia de esta bacteria, además de revisar el uso de antibióticos, retirando los que eran resistentes al tratamiento y limitando las técnicas invasivas, como las sondas y la respiración asistida. Además, el centro sanitario ha habilitado una zona aislada en la que se atiende a estos pacientes para que no afecte al ingreso que se produzca de nuevos prematuros.

Los padres consultados ayer por este periódico criticaron la manera en la que el hospital dio a conocer la información a los medios de comunicación, al considerar que ellos no conocían lo que estaba sucediendo realmente. "Nos decían que nuestra hija tenía un bichito y que le estaban haciendo pruebas, pero nada más", afirmaba uno de los padres. "Lo estamos pasando muy mal, tras un parto prematuro", decía otro de los progenitores afectados.

Entre los ingresados se encuentran unos jóvenes padres de trillizos a los que les han comunicado que dos de sus hijos tienen la bacteria. "Estamos preocupados por lo que están pasando y la incertidumbre que tenemos, pues nos habían informado muy poco", señalaron.

Respecto a la reunión que tuvieron con personal del hospital, algunos de los padres dijeron que les habían hecho llegar su malestar por la falta de información que habían tenido, aunque se quedaron "algo más tranquilos" tras asegurárseles que la situación está "controlada". Asimismo, los sanitarios les comunicaron a los padres que no se trata de una de las bacterias "más preocupantes" y pidieron "que estemos tranquilos".