El pasado verano se produjo otro brote de infección provocado por la bacteria klebsiella en el hospital Reina Sofía, que afectó a 18 personas, entre infectados y colonizados. En aquella ocasión, no se produjo la muerte de ningún paciente, aunque se activó el protocolo habitual en estos casos, aislando a 12 pacientes.

Más grave fue la situación que se registró en el hospital Carlos Haya, de Málaga, al producirse un brote de la bacteria entre abril y mayo que terminó con la muerte de dos pacientes. El caso fue remitido a la Fiscalía de Málaga tras la denuncia del Defensor del Paciente. No obstante, el hospital malagueño rechazó que la muerte de los dos enfermos se produjera por la bacteria, pues ambos padecían otras patologías previas.

Fuentes sindicales consultadas ayer no quisieron hacer ayer ninguna valoración a la espera de conocer más información sobre lo sucedido en el Reina Sofía.