El decreto de la Junta de Andalucía contra la contaminación acústica refleja que "los ayuntamientos deben determinar el nivel de ruido" dentro de sus competencias de planeamiento urbanístico y que son las corporaciones locales las que deben fijar "las áreas de sensibilidad". El delegado provincial de Medio Ambiente, José Ignacio Expósito, abundó ayer en la apertura de unas jornadas para técnicos municipales celebradas en la Diputación de Córdoba, en que la nueva normativa "pone en marcha medidas para proteger la salud y el medio ambiente".

El delegado señaló que la Administración autonómica pone a disposición de los ayuntamientos su "total colaboración" y facilitará material y asesoramiento.

Expósito ha explicado a los asistentes que este reglamento, aprobado hace poco por el Consejo de Gobierno de la Junta, pretende ser un texto vivo, capaz de adecuarse a las innovaciones tecnológicas y legislativas que surjan, por lo que la consejería posibilitará su actualización a través de las instrucciones técnicas necesarias.

Otro de los aspectos abordados fue "la concienciación ciudadana" en esta materia y recordó que el documento recoge "índices y valores de la calidad acústica para adaptarlos a la legislación autonómica", para añadir después que el siguiente paso es la elaboración de "un mapa del ruido".

Por su parte, el diputado de Medio Ambiente, Julio Criado, destacó que "no es compatible el desarrollo sostenible con el ruido" y reiteró la importancia del ocio y el turismo en la economía de los pueblos.

POR ZONAS Como ya adelantó este diario en su edición de ayer, el decreto propone una zonificación acústica y a las zonas acústicamente saturadas (ZAS), añade las de protección especial, que deberán contar con planes específicos. El texto profundiza en establecimientos de espectáculos públicos y de actividades recreativas, en cuyo interior no se permitirá alcanzar 90 decibelios, salvo que fuera se advierta de que "los niveles sonoros producidos en esta actividad pueden producir lesiones permanentes en la función auditiva". Además, esta nueva normativa exige estudios acústicos previos para la concesión de licencias en actividades que superen los 70 decibelios.

Respecto al ámbito de aplicación del reglamento, Expósito aclaró que los comportamientos vecinales, las actividades domésticas y de la vía pública quedarán regulados por las ordenanzas municipales de competencia local. Además, afirmó que quedan también excluidas aquellas actividades que dispongan de normativa específica.