Rafael Juan, uno de los portavoces de Acampada Dignidad, afirmó ayer que la decisión de la Audiencia Provincial de revocar el desalojo del colegio Rey Heredia había sido recibida "con las mismas lágrimas del ocho de abril", cuando se conoció que el juez dictaba esta medida cautelar, aunque "ahora están llorando de alegría, sobre todo la gente del comedor, están contentísimos".

En esta línea, el portavoz se refirió a la negociación del Ayuntamiento de Córdoba con el Consejo de distrito Sur para la cesión de este edificio (con uso social y vecinal) y expresó la voluntad del colectivo de que se pueda llegar a un acuerdo "lo antes posible". También citó algunos de los motivos por los que la Audiencia ha detenido el desalojo, entre los que se encuentran "que no hay peligro de un mal uso del edificio, sino todo lo contrario" y también la falta de riesgo de que Acampada Dignidad se apropie del inmueble.

Por su parte, el teniente de alcalde de Presidencia en el Consistorio municipal, Miguel Angel Torrico, expresó el "absoluto respeto" del gobierno local hacia esta decisión y avanzó que no recurrirán la medida ni emprenderán otras acciones jurídicas. Así, Torrico recordó que están esperando a que el Consejo de distrito Sur les traslade un plan de usos para este edificio y después determinarán la forma en la que se cederá el inmueble. El presidente de este órgano de representación ciudadana, Antonio de la Rosa, señaló que valorarán esta decisión judicial la próxima semana, durante una reunión del consejo.