El alcalde, José Antonio Nieto, da por muerto el proyecto de ampliación del aeropuerto, al que se le presenta un negro futuro. Tras conocer la intención de Trabajos Aéreos Espejo de dejar de operar allí cuando, como adelantó este periódico, construya un aeródromo privado en la finca El Judío, reconoció que tiene "serias dudas" de que el aeropuerto "pudiera atraer líneas aéreas para tener vuelos regulares", a pesar de la inversión realizada en ampliar la pista. El alcalde considera que en estos momentos es "difícil conseguir que se culmine la obra completa", en referencia a la terminal, hangares, plataforma y demás actuaciones complementarias, licitadas hace cuatro y cinco años --depende del proyecto--. Es más, piensa que si se logra concluir la obra, "difícilmente podríamos asegurar que hubiera una conexión regular de Córdoba con otros destinos", a la vista de la "delicada" situación que padecen otros aeropuertos. En resumen, admite que la situación del aeropuerto "es muy triste, pero es la realidad", que "nos lleva a tener pocas esperanzas de que sea lo que nos gustaría", un aeropuerto con "un uso notable".

Por ello, avanzó que "no son momentos para gastar dinero" en un equipamiento que no tiene garantizado el uso para vuelos regulares. Para completarlo --señaló--, a los 70 millones invertidos en la ampliación de su pista, habría que sumar otros 70. Nieto está convencido de que "el aeropuerto perdió su tren" y Córdoba, "la oportunidad de subirse al carro del transporte aéreo haciendo las cosas bien hace algunos años", cuando "se crearon nuevos aeropuertos de referencia" a raíz del boom de las compañías de low cost . Además, criticó el tiempo perdido, lamentó que la decisión tomada por sus antecesores "no era la correcta" y reiteró la limitaciones del aeródromo cordobés. Aún así, instó a que AENA y Fomento "definan los usos que quieren" para el aeropuerto, y aseguró que valorarán "cualquier iniciativa de cualquier línea que quiera operar porque eso sí nos llevaría a ser más exigentes y poner más urgencia en los plazos".

El proyecto de Trabajos Aéreos Espejo, al que le falta un largo recorrido, está en la fase de exposición pública del estudio ambiental. La iniciativa no es nueva, ya que le preceden tres años de trámites, aunque el deseo de traslado se ha visto acrecentado a raíz de la reducción de horario y de personal aplicada por AENA hace casi un año en el aeropuerto. Fue "la gota que colmó el vaso", como admitió el gerente, Javier Ortiz, que ve cada vez más costoso y más limitaciones en operar en el aeropuerto. La empresa, que ofrece servicios de extinción de incendios, tratamientos fitosanitarios, aerotaxi, fotografías aéreas, formación, mantenimiento, alquiler de aeronaves, protección civil, saltos en paracaídas e ingeniería, calcula que desarrolla el 90% del tráfico aéreo del aeropuerto, ya que es, junto al 061, la única con actividad fija, que se completa con la de algunos particulares, que realizan un par de vuelos mensuales en invierno y algunos más en verano, los saltos en paracaídas los fines de semana y algún vuelo ejecutivo de vez en cuando.