La sección sindical de funcionarios de prisiones (CSIF) criticó ayer que el día 31 de diciembre de 2011 "fueron cesados dos médicos y una enfermera" del centro penitenciario de la capital cordobesa. El motivo de los ceses, según señala el sindicato en una nota, ha sido la aparición de una bolsa para personal médico interino en prisiones, la cual presentaba como criterio "ineludible" para la solicitud de alta en la misma la presentación del título de Médico de Familia o de Medicina Interna con el fin de dar cumplimiento, según normativa europea, a la presencia permanente de esta figura en la atención a los internos de los centros penitenciarios. Y es que, la Ley Orgánica Penitenciaria y el Reglamento Penitenciario vigente establecen que "la asistencia sanitaria proporcionada en prisiones debe de ser similar a la ofrecida al resto de la población en lo referente a atención primaria".