La queja planteada recientemente por el Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) sobre el desconocimiento de los vecinos acerca de los usos específicos que se darán al edificio de la antigua Normal de Magisterio (en el Sector Sur) encontró ayer una respuesta en las declaraciones realizadas por el concejal de Presidencia en el Ayuntamiento de Córdoba, Emilio Aumente, que avanzó que una vez que se recepcione la obra, que aún no se ha terminado, el Consistorio se reunirá con el Movimiento Ciudadano, el consejo de distrito Sur y las asociaciones para dialogar sobre la actividad y concretarla de una forma más específica.

En este sentido, a juicio de Aumente «no hay motivo para la crítica», ya que el edificio ha sido reformado de acuerdo con un plan de usos que fue consensuado y que ha sido «presentado muchas veces», aunque admite la necesidad de reunirse con los vecinos para determinar el funcionamiento diario del centro.

Hace algunos días se hizo pública la adjudicación de los últimos trabajos que quedan por realizar en este equipamiento, que consisten en la adecuación de los accesos al edificio y tienen un mes de plazo. Además de esto, todavía hay que amueblarlo y hacer la mudanza, y el concejal de Presidencia recuerda que también hay que resolver algunas cuestiones con la compañía eléctrica Endesa.

En referencia a la actividad de esta nueva infraestructura para la ciudad, Emilio Aumente hace hincapié en que hay que respetar el proyecto que fue aprobado por la Unión Europea y no se pueden introducir modificaciones que vayan en contra, porque esto podría poner en cuestión la financiación, ya que la reforma del edificio ha contado con fondos del plan Urban Sur.

De este modo, preguntado por una de las inquietudes manifestadas por el CMC, que señaló que podría haber dudas sobre el traslado de los servicios sociales de la calle Motril a este espacio, el responsable municipal confirmó que «hay que ver detenidamente si encaja en el plan de usos». Esta es una de las reivindicaciones manifestadas por el consejo de distrito Sur y por el propio CMC, que desean, además, que la biblioteca del centro cívico se emplace en la antigua Normal.

El presidente del CMC, Juan Andrés de Gracia, aludió a la existencia de posibles divergencias en el seno del gobierno municipal, que habrían motivado que el nuevo edificio no cuente aún con una propuesta cerrada. A este respecto, Emilio Aumente aclaró que «en este tema no hay divergencias que yo sepa».

GRUPO DE IU/ De otro lado, en el grupo municipal de IU en el Ayuntamiento no entraron ayer a valorar la posibilidad de que existan diferencias sobre la actividad que albergará este equipamiento. Sin embargo, en respuesta a la queja del Movimiento Ciudadano por lo que entiende que es una falta de información a los vecinos, puntualizaron que «este equipo de gobierno ha tomado la participación ciudadana como algo transversal y esto incluye reuniones con los vecinos para explicarle los proyectos».

Desde IU precisaron que los usos de la antigua Normal son una competencia del Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo (Imdeec), y destacaron que su regulación se corresponde con un proyecto europeo que viene de los años del fallecido Andrés Ocaña como alcalde de la ciudad. En esta línea, coincidieron con Aumente en que para lograr la financiación de la Unión Europea, la actividad tiene que estar de acuerdo con lo ya aprobado.

LA PROPUESTA/ El edificio reformado se ha presentado como un futuro centro multicultural para la formación y las artes, y para la promoción de iniciativas culturales. El Ayuntamiento ha avanzado que será la sede de servicios de las delegaciones municipales de Servicios Sociales, Gestión y Administración Pública, Participación Ciudadana y Cultura, y del Instituto de Desarrollo Económico y Empleo (Imdeec). Entre otras posibilidades, contará con oficinas, salas de reuniones y de exposiciones, un auditorio, un centro de formación y producción artística, un vivero y una escuela de emprendedores, y un centro de tecnologías de la información y la comunicación (TIC). La intervención ha sido financiada con fondos municipales y del plan Urban Sur, como ya se ha citado.

Juan Andrés de Gracia informó hace unos días de que se han dirigido a la alcaldesa, Isabel Ambrosio, y al primer teniente de alcalde, Pedro García, para comunicarle que «a estas alturas» los vecinos del distrito Sur desconocen los usos concretos de estas instalaciones y, por tanto, tampoco han podido transmitir su posición sobre el proyecto.