Si el jueves, la oposición en bloque acusó a la alcaldesa de ser «rehén» de Ganemos y negociar solo con esta formación el presupuesto de 2018, ayer fue el turno del gobierno municipal, que replicó que el PP está ya en clave electoral y que trata de «engullir» a Ciudadanos y Unión Cordobesa. Tanto la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Córdoba, Carmen González, como la teniente alcalde de Hacienda, Alba Doblas, mostraron ayer su sorpresa por las críticas vertidas por la oposición.

«No nos imaginábamos que pudiera llegar el día en que tuviéramos que explicar que los presupuestos los estamos negociando con quienes firmamos un pacto de gobernabilidad en 2015», ironizó Carmen González, para quien es «de lógica que ese pacto tenga su natural prolongación en el documento de presupuestos» y que se trate de acordar un documento en sintonía con su «política de izquierda». Alba Doblas, por su parte, en la misma línea irónica, animó a quien quiera «a suscribir las 51 medidas del pacto de gobierno» e instó a la oposición a esperar su turno y presentar cuantas alegaciones quieran cuando llegue su momento. «Cada cual tiene su momento. Ahora estamos elaborando un anteproyecto y estamos en la fase de diálogo entre el gobierno y quienes lo sustentan», replicó Alba Doblas.

El teniente alcalde de Presidencia, Emilio Aumente, fue mucho más cáustico al calificar de «brindis al sol» el que hizo el jueves «el frente popular de Judea», en alusión a la película de los Monty Python. Para Aumente, el PP está en «clave electoral» y advirtió además a los otros dos grupos, C’s y Unión Cordobesa, de que los populares tienen «una estrategia para engullir al resto de la oposición». En este sentido, para Aumente, C’s «prácticamente no existe» y Unión Cordobesa «trata como sea de llegar al final del mandato».

En una nota de prensa, el PP contestó lamentando que «el PSOE confirme que ni quiso ni quiere gobernar para todos» y arremetió de nuevo contra «la dependencia» que el gobierno local tiene de Ganemos.