Unos 50.000 cordobeses padecen asma, una cifra que está aumentado cada año, teniendo en cuenta factores asociados a la existencia de esta enfermedad, como son el creciente sedentarismo que presenta la población y el menor tiempo que la sociedad pasa al aire libre. El asma, patología de la que hoy se celebra el día mundial, es una enfermedad respiratoria crónica común que se caracteriza por la inflamación que produce un engrosamiento de la pared de los bronquios y la irritabilidad de los mismos.

El especialista de la Unidad de Neumología del hospital Reina Sofía Luis Manuel Entrenas señala que de esos 50.000 asmáticos cordobeses, aproximadamente 25.000 son adultos (entre el 5% y el 7% de ese segmento poblacional) y unos 24.000 niños (entre el 10% y el 12% del total de menores). Entrenas, que es coordinador del grupo de asma de la Asociación de Neumología y Cirugía Torácica del Sur (Neumosur), hizo un llamamiento para que los centros de salud sigan colaborando de forma estrecha con los hospitales para lograr que mejore la prevención del asma y aumente el número de casos diagnosticados, "ya que aproximadamente la mitad de los afectados no sabe que padece esta enfermedad". Este neumólogo resaltó que "comer en exceso, no pasar tiempo al aire libre y no desarrollar apenas actividad física propicia esta enfermedad, ya que el deporte ayuda a que madure el sistema inmune de los pulmones". "Existen personas que presentan predisposición genética a tener asma, ya que cuando su perfil genético entra en contacto con factores de tipo ambiental (como el exceso de contaminación) o se une a negativos hábitos (comer más de lo necesario o sedentarismo), hacen que la patología asmática surja", indicó este neumólogo.

Estudios efectuados por Neumosur reflejan que en casi el 90% de los centros de salud andaluces y cordobeses existe un espirómetro, herramienta indicada, junto al test broncodilatador, para un correcto diagnóstico del asma. "En los últimos años ha mejorado mucho la dotación de medios preventivos en los centros de salud y las espirometrías también se realizan con mayor precisión. Sin embargo, es necesario seguir formando a los profesionales encargados de realizar este tipo de pruebas, para que sean capaces de demostrar si el paciente que se la efectúa puede presentar asma, para detectar esta dolencia lo más precozmente posible y para que el afectado pueda recibir el tratamiento más adecuado para el control de la enfermedad, con el objetivo de reducir su sintomatología y mejorar su calidad de vida y prevenir riesgos", añadió Luis Manuel Entrenas.