El Parlamento andaluz puso ayer el cierre a la novena legislatura con bronca y más crispación por la decisión del PSOE de ampliar la condición de aforados a tres exconsejeros señalados por el caso de los ERE y la renovación parcial de la Cámara de Cuentas, que IU recurrirá en los tribunales. El pleno extraordinario, convocando con urgencia ante la decisión de la presidenta, Susana Díaz, de adelantar las elecciones andaluzas al 22 de marzo, comenzó con el recordatorio a la exportavoz de IU, Concha Caballero, recientemente fallecida, y con un minuto de silencio en su memoria.

A partir de aquí, la crispación y las malas caras, especialmente en los diputados y consejeros de Izquierda Unida por la ruptura del pacto de Gobierno, por la renovación de la Cámara de Cuentas y por la inclusión de nuevos diputados en la Diputación Permanente.

A la Diputación Permanente, el órgano encargado de velar por los poderes de la Cámara cuando el Parlamento está disuelto, se han incorporado a propuesta del PSOE tres diputados y exconsejeros de la Junta señalados por la juez del caso de los ERE, Mercedes Alaya, lo que amplía su condición de aforados hasta la constitución de la próxima Cámara.

El PP e IU no apoyaron esta decisión, aunque sus diputados no pudieron votar en contra porque el reglamento no prevé el voto negativo en la elección de personas, salvo en el caso de la investidura del presidente de la Junta.

El portavoz del PP, Carlos Rojas, intentó tomar la palabra para fijar la posición de su partido, algo a lo que se negó el presidente de la Cámara, Manuel Gracia, quien se la retiró en aplicación del reglamento. Al portavoz le dio, no obstante, tiempo para advertir de que se trata de una decisión "muy grave" y de una "vergüenza".

Antes del pleno, el portavoz de IU, José Antonio Castro, declaró a los periodistas que esta sesión se han convertido en un "esperpento, que se utiliza" para los nombramientos en la Diputación Permanente, lo que "desde el punto de vista moral, político y ético deja mucho que desear", denunció.

Pese a la agria polémica, los exconsejeros (Carmen Martínez Aguayo, Antonio Avila y Francisco Vallejo se han incorporado a la Diputación, órgano en el que también está el exconsejero Manuel Recio, también señalado por la juez Alaya, lo que supone que los cuatro estarán aforados ante la instrucción del caso de los ERE, al menos hasta la constitución de próximo Parlamento.

Los tres exconsejeros incluidos ayer obtuvieron el voto de los 47 diputados socialistas, en tanto que el resto de incorporados a la Diputación Permanente (Micaela Navarro, Marisa Bustinduy y Raquel Arenal, del PSOE, y Rafael Carmona, del PP) lograron un apoyo mayor.

El presidente del PP-A, Juanma Moreno, denunció la "treta" de Susana Díaz, al ampliar la condición de aforados de los tres exconsejeros y la acusó de "amparar y proteger la corrupción". "La actitud de Díaz es lamentable. Hemos visto como se ha hecho una treta y una jugada que se ríe de los andaluces y que significa burlarse de los ciudadanos", censuró.