El grupo del Ayuntamiento de Sevilla Participa cree «escandalosas» la cifra que indican que hay cuatro veces más pisos turísticos que viviendas sociales de la empresa municipal de vivienda Emvisesa, según informa en un comunicado recogido por Efe.

Según el Plan de Vivienda del Ayuntamiento 2018-2023, presentado en julio, las viviendas dedicadas al turismo suman 11.475, mientras que las de protección social «solo son 2.559, cuatro veces menos».

De las 264.723 viviendas familiares de Sevilla, solo 2.559, el 1%, son protegidas de Emvisesa, que, junto con las 3.634 viviendas de la agencia AVRA, de la Junta de Andalucía, apenas llegan al 2,3% del total.

La proporción de vivienda social en Sevilla del 2,3% está por debajo de la estatal que es 2,5% y aún más por debajo de la media europea, del 10%.

NULA PROMOCIÓN / Para Participa, estos datos son la «fría constatación numérica de las escasas políticas de vivienda practicadas por el Ayuntamiento de Sevilla que se revelan en la práctica diaria en los cero euros gastados en promoción de vivienda social en el año 2017».

También reflejan, según dicho grupo municipal, que desde que está el registro de demandantes de vivienda se han aceptado 31.310 inscripciones y solo se han adjudicado 418 viviendas, 25 desde enero del año pasado, según datos la Consejería de Vivienda.

Participa considera que mientras la vivienda social contribuye a la contención y a la estabilidad de los precios, posibilitando el acceso y la permanencia de los hogares y consolidando a la población en sus barrios, la turística, junto a la falta de regulación del alquiler, provoca un importante incremento de los precios, obligando a muchas personas a tener que abandonar sus hogares para desplazarse a otros barrios donde la presión del turismo sea menor.

Cristina Honorato, portavoz municipal de Sevilla Participa, ha remarcado que la promoción de los pisos turísticos «genera el desenraizamiento de los barrios y la ruptura del tejido social, además de un cambio radical en la configuración urbana de las zonas que se ven expuestas al abordajes turístico, convirtiéndose en un museo y en ciudades muertas de vida».