Para el montañero cordobés Ricardo Guerrero cada expedición a la alta montaña viene precedida de un plus de imprevistos que le dan la bienvenida. Hace cinco meses, como escala hacia el Shisha Pangma, aterrizó en Katmandú con una sangrienta revuelta de maoístas tomando las calles de la capital del Nepal; hoy va a cruzar los escombros a los que redujo ayer la explosión de un artefacto colocado por ETA parte de la Terminal 4 de Barajas. Se supone que cuando a las 23.50 horas parta el vuelo con destino a Buenos Aires que le va a acercar al parque natural de Mendoza, en el que se encuentra la base del Aconcagua, el tráfico aéreo habrá retomado la normalidad en el aeródromo madrileño. Y ya es suponer en una instalación en la que se darían con un canto en los dientes millares de argentinos para poder tomar el boeing al que va a subir Guerrero acompañado de Angela Jerez, que acertaron al no adquirir en su día el pasaje con Air Madrid.

Si todo transcurre en el horario previsto, Guerrero y Jerez van a brindar por el año nuevo por encima de las nubes, por encima, incluso, de los 6.962 metros de altitud que se han marcado como objetivo alcanzar antes de su retorno el 20 de enero próximo: la cumbre del Aconcagua. La farmacéutica Angela Jerez ya formó parte de otra expedición cordobesa hace un año a la cima del continente americano, pero se quedó a escasa media hora de alcanzar la meta. Ricardo Guerrero, por su lado, ya se ha hecho la foto de rigor dos veces en lo alto del Aconcagua, la segunda de ellas, precisamente, la primera vez que una cordobesa coronaba ese pico, Charo Madueño, el 5 de enero del 2003.

En esta ocasión van a cambiar la ruta. Aunque en un principio, Jerez y Guerrero habrían programado ascender por vías diferentes y reencontrarse en la cima, finalmente han optado por concentrar la cordada en el denominado "Glaciar de los Polacos". Se trata de una vía muy técnica que exige una escalada por terreno glaciar. Además, las principales dudas se centran en el estado del glaciar, que no todos los años tiene condiciones para ser ascendido. La subida clásica se desarrolla partiendo de un campamento base instalado en el lugar llamado "Plaza Argentina", a 4.100 metros.

La expedición al Aconcagua forma parte del programa Córdoba 8000 Everest 2007, que tiene como objetivo llevar al primer cordobés a la cima más alta del planeta el próximo año. En el calendario de preparación, Ricardo Guerrero y el montillano José Baena, del Club de Montaña Piedraluenga, regresarán a los Andes en primavera, en esta ocasión para subir al Alpamayo, una montaña más técnica y que tampoco es desconocida para Guerrero. ¿Qué imponderable le aguardará antes entonces?