Urbanismo ha dado el primer paso para llevar a cabo la adaptación parcial del PGOU a la normativa andaluza, la LOUA. Esto causará dos efectos. Por un lado, habrá un poco más de suelo para vivienda protegida (VPO). Por otro, se abrirá el camino a futuras innovaciones, que ahora está bloqueado, lo que permitirá recalificar suelos.

El documento aumenta la superficie dedicada a VPO en cinco planes parciales sin desarrollar, Santa Cruz-Sur (C-2), Trassierra-Cerro Murillo (TR-3) y Majaneque (M-1, M-2 y M-3), que antes estaban obligados a reservar un 25% como mínimo y en los que ahora el tope sube a un 30%, lo que supone alrededor de 500 VPO más. Además, incorpora innovaciones realizadas desde que se aprobó el PGOU, como la que se hizo para que el Palacio del Sur pudiera ubicarse en Miraflores, la de la Ciudad de Levante para construir 4.600 viviendas o la del polígono industrial de La Rinconada, para ofrecer casi dos millones de metros cuadrados de suelo industrial más.

El actual PGOU entró en vigor a principios del 2002. Un año después llegó la LOUA, con nuevas exigencias que requerían que los planeamientos anteriores se amoldasen a ella. La LOUA daba un margen de cuatro años, que acabó en el 2007, pasado el cual no permitía más cambios en los planeamientos sin la necesaria adaptación. Muchos promotores aprovecharon ese tiempo para iniciar la tramitación de sus planes parciales con la idea de acogerse solo al 25% de VPO. De ahí la cifra tan pequeña de planes que llegarán al 30% mínimo.

La adaptación parcial no incorpora el nuevo suelo industrial de El Alamo, que albergará el centro logístico de distribución de El Corte Inglés. La innovación se gestó antes de que terminara el plazo para ello y, aunque está autorizada por la Junta, falta su publicación en el BOJA, por lo que podría introducirse aún.

El Círculo de la Amistad tendrá ahora el camino libre para impulsar un cambio en el planeamiento para poder construir su club deportivo en la carretera del Aeropuerto. Además, y tal como explicó ayer el presidente de Urbanismo, Andrés Ocaña, "el tiempo señalará las necesidades de más suelo, ya que tenemos un término extenso, somos nudo de comunicaciones y existen potencialidades por explotar".

La adaptación no cambia el modelo de ciudad fijado en el PGOU. No hay más suelos urbanos, urbanizables o no urbanizables, ni se alteran densidades ni edificabilidades. Tampoco prevé nuevas infraestructuras, servicios, dotaciones o equipamientos. Solo actualiza las clasificaciones. Por ejemplo, el plan parcial del Cortijo del Cura, ya urbanizado, es ahora suelo urbano consolidado. Ocaña dejó claro que los futuros desarrollos corresponden a una próxima revisión, "que ahora no nos planteamos porque el PGOU no está ejecutado", aunque hay un 95% en marcha. "No tiene sentido hacer un planteamiento de crecimiento" --dijo--, cosa que pospuso a "dentro de 8 o 9 años".