El nuevo presidente del comité laboral de la base de Rota, Manuel Urbina (CCOO), denuncia que la llegada del escudo antimisiles de la OTAN, lejos de consolidar una mejora laboral, ha conllevado la destrucción de 133 empleos en cuatro años y la progresiva precarización de los contratos. En una entrevista concedida a Efe, Urbina lamenta el incumplimiento de la previsiones de prosperidad que iba a traer el refuerzo de efectivos estadounidenses ya que "cuando se anunció el escudo de la OTAN en octubre del 2011 éramos 1.031 empleados civiles españoles en la base y en marzo del 2016 ya quedamos 898".

El escudo antimisiles de la OTAN, compuesto por cuatro destructores estadounidenses y la llegada de más de 3.000 personas entre militares y familias, sí ha beneficiado al sector del alquiler de casas en el entorno de la base, al sector servicios y a Navantia, con la instalación en el recinto militar de un astillero. "Es verdad que, gracias al acuerdo con Navantia, se ha generado mucho trabajo en el sector servicios y en el metal pero todo es empleo temporal porque, además, el convenio con los astilleros es de cuatro años, pero la plantilla ha mermado en contra de lo que se nos dijo", lamenta.

"Aquí se están jubilando unos 25 trabajadores al año y no se están cubriendo y muchos nos tememos que se ha dejado de cumplir el acuerdo bilateral que establece que en la base tiene que haber un 70% de empleados civil español y un 30% de estadounidenses", sostiene. Urbina tiene la cifra oficial de la plantilla española, pero no cuenta con el dato de la estadounidenses, aunque calcula que ahora mismo hay más de 500 vecinos de ese país trabajando en Rota.