Las chaquetillas Michelin de los restaurantes que ostentan en la Guía Roja la categoría y clasificación de Bib Gourmand se colocarán a los chefs de cinco restaurantes cordobeses, siendo esta una de las catalogaciones más destacadas de la gastronomía nacional por su singularidad.

Esta distinción reconoce a aquellos negocios de restauración que ofrecen una cocina destacada y sobresaliente, que puede ser degustada por treinta y cinco euros (35€). Se trata, por tanto, de una franja de negocios asequibles en cuanto a precios se refiere, pero que dan gran satisfacción a la comensalía. Estamos ante uno de los segmentos más dignos del sector. Esos locales que muchos aman y a los que les gusta ir porque se encontran cómodos, comen muy bien, los tratan sin misticismos y pueden repetir sin cansarse y sin morir financieramente.

La voluntad de Michelin de dar su sitio a estos empresarios y cocineros es digna de resaltar. La Guía Michelín pone el punto de mira en otras constelaciones culinarias bajo la enseña del Bib Gourmand. Entre estos reconocidos y selectos restaurantes se encuentran cinco cordobeses, La Lonja, El Envero, La Taberna de Almodóvar; Casa Pedro, de Puente Genil; y El Balcón del Adarve, de Priego de Córdoba. De estos lugares salen limpios los lomitos, se come con frescura, sin que huela ni manche, dejan huella y buen regusto. En España son más de 250 y en Andalucía, 31. Ángel Sánchez y Antonia Pozuelo, propietarios de La Taberna de Almodóvar, comentan que su restaurante, conocido por sus famosas croquetas de esta localidad, viene recibiendo cada año esta distinción desde el 2004. La cocina de este lugar está basada en «producto y mano de abuela joven», como le gustan reconocer, toda con productos elaborados y de mercado. Añade que «para nosotros es un prestigio tener este distintivo de Michelin que valora la mejor relación calidad/precio de nuestros platos, siendo el escalón previo a las estrellas». Su clientela le llega de muchos puntos de Europa debido al reclamo que supone el castillo de esta localidad. Por su parte, tanto Fernando Zurita como su hijo, Antonio, del restaurante El Balcón del Adarve, de Priego de Córdoba, que renuevan esta distinción que se enfundaron también de los primeros de la provincia, apuntan que «este sello es un prestigio». Su establecimiento destaca por un plato típico de la localidad como son las collejas, unas verduras silvestres que elabora revueltas con gambas y jamón. Antonio, que este mes toma las riendas del negocio familiar, añade que «nuestro restaurante está situado en un bello mirador desde el que se divisan unas vistas espectaculares, donde utilizamos productos frescos, de calidad y toques modernos». Además, valora sus pescados frescos, así como los productos del Valle de los Pedroches. Su esquema de trabajo se basa también en el uso de productos de mercado, frescos del día, un paradigma de la esencia de la Subbética cordobesa.

Por otro lado, Manuel Pérez de la Lastra, del Restaurante La Lonja, también ha recibido este reconocimiento durante los tres últimos años. Este puerto de mar ubicado en María la Judía, en Córdoba, se ha convertido en un punto de referencia para los que gustan comer un producto fresco acompañado de un buen vino y todo por menos de 35 euros por comensal. Pescados salvajes, lubina, dorada y maridajes con productos de la zona convierten a este lugar en un punto de encuentro, así como El Envero, con Zahira Ortega al frente de su cocina, donde resaltan los platos de autor a buen precio y en un ambiente cargado de glamour . Y Casa Pedro, de Puente Genil, cierra este quinteto de lugares que bien merecen una ruta gastronómica en cualquier época del año.