El aceite de oliva echó raíces en Córdoba hace varios milenios, aunque ayer fue el día en el que se unieron las administraciones, las cuatro denominaciones de origen, empresarios de la hostelería, organizaciones agrarias y productores para hacer una defensa en común de lo que supone para la historia y la cultura de la provincia, para el desarrollo y sostenibilidad de los municipios cordobeses y para recordar que el zumo de la aceituna es un placer y un ingrediente clave de la cocina tradicional cordobesa, por su calidad, pero también por sus valores cardiosaludables. La Delegación del Gobierno fue el campo propicio para difundir un mensaje de unidad de las instituciones, pero también de los representantes de las denominaciones de origen, de la hostelería, de las organizaciones de productores y de la Cátedra de Gastronomía de Andalucía. Todos reivindicaron su importancia y la rubricaron en un manifiesto en el que se reafirma el «compromiso incondicional con el aceite de oliva, símbolo de la calidad y la excelencia gastronómica» y en el que se comprometen a «fomentar la cultura oleícola, a apoyar la investigación en torno a él, a preservar la riqueza varietal existente y a reivindicar el uso de aceites de oliva en la restauración». En nombre de los cuatro distintivos de calidad, el presidente de la denominación de Baena, Javier Alcalá, hizo bandera «de algo muy nuestro, que nos une por encima de las diferencias políticas y otros matices». «El aceite de oliva es el emblema de nuestra tierra, que aporta salud y calidad», dijo Alcalá. Como recordó, más del 50% de la superficie de la provincia es de olivar, remarcando que «no se puede entender Córdoba, su cultura y la cocina tradicional sin el aceite de oliva». Pese a ello, afirmó que «aún queda mucho por hacer y debemos instar a las administraciones a que nos acompañen en esta defensa».

No hubo dudas entre las administraciones y el resto de participantes. El presidente de la Diputación de Córdoba, Antonio Ruiz, afirmó que se trata de «defender algo tan importante, tan transversal como el aceite de oliva». «Hablar de la importancia de este sector es algo que todos tenemos que hacer. Es mucho más que un producto que lleva en nuestra tierra siglos y siglos. Hay que destacar el peso que tiene el sector en la economía, que trasciende a toda la sociedad. Cuando al aceite de oliva le va bien, le va bien a toda la provincia», añadió Ruiz. En este sentido, la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, consideró que las peculiaridades del aceite de oliva no «deberían haber hecho necesario convocar este acto». «La provincia es una de esas cunas, donde se producen algunos de los más sobresalientes aceites de oliva virgen extra, gracias al trabajo de generaciones y generaciones de cordobeses, y es una seña de identidad y un elemento esencial de la generación de riqueza», añadió. Por su parte, la delegada del Gobierno de la Junta, Rafi Crespín, afirmó que hay que preservar e impulsar el aceite de oliva: «El olivar es fuente de desarrollo y empleo y el aceite de oliva es fuente de bienestar y salud. Nos comprometemos y manifestamos todo el apoyo al sector y a todos los que viven del aceite de oliva para ayudarles en la promoción y el fomento del producto, para seguir apostando por la formación y la investigación».Por último, el director de la cátedra de Gastronomía de Andalucía, Rafael Jordano, leyó el manifiesto común en el que también se reconoce el atractivo del aceite para un turismo de excelencia.