Si el día comenzó nublado, la tarde se presentó más inestable ya que la lluvia hizo acto de presencia en Córdoba y ante esta circunstancia, muchos pensaron que el mejor refugio era el Gran Teatro para escuchar las coplas de la cuarta preliminar, que a diferencia del resto de sesiones, comenzó a las 19.00 horas.

La chirigota infantil de Gregorio Los auténticos superhéroes levantó el telón y caldearon el ambiente del Gran Teatro ante la lluvia persistente. Sus pasodobles combinaron emotividad y crítica social, ya que demostraron su amor a sus padres y el agradecimiento por su apoyo en estos meses de ensayo, mientras que en el segundo se encargaron de denunciar el acoso escolar y pidieron “respeto entre todos los menores”.

Chirigota infantil 'Los auténticos superhéroes'.

La primera comparsa de la tarde-noche era SimpleSimples marionetas. Una comparsa de nueva creación que presentó un tipo colorista similar a Superman, porque sus componentes querían ser unos “superpapás”. En su primer pasodoble homenajearon a su “superpadre”, mientras que el segundo parecía una crítica a la violencia de género, pero al final cambiaron el sentido y se lo dedicaron a una “Córdoba esclavizada y maltratada” que “debe hacerse valer”. En su popurrí sacaron al escenario a sus hijos para cantarles consejos de cara al futuro.

Como si de una calle del Infierno se tratase, la chirigota de Bailén El rey de la pista impregnó en los presentes la adrenalina que generan los coches de choque. En su segundo pasodoble criticaron a la religión. Tras su tanda de cuplés, dieron paso a un popurrí que tuvo varios golpes de humor que agradaron en el Gran Teatro.

Chirigota 'El rey de la pista'.

El tramo intermedio de la función llegó a ritmo de tango con el coro de Espiel La tierra de la alegría. Como su nombre indicaba, los integrantes del coro mantuvieron el ritmo en el teatro. En sus tangos mostraron su lado más crítico hacia las diferencias entre el primer y el tercer mundo. Mientras en el tercer mundo “tengo mi boca para sacar una sonrisa”, “la gente rica en el primer mundo no sonríe porque viven para el poder y el dinero”. En su segundo defendieron el amor entre mujeres lesbianas de manera muy sensible. Sus simpáticos cuplés precedieron a un popurrí muy musical que contagió al público, que lo despidió con una gran avación.

El ecuador de la sesión lo puso la chirigota femenina de Gregorio La pandilla papilla 'chirigota infantil'. Estas niñas del Chikipark mostraron su alegría desde el primer minuto y no pararon de jugar en toda la actuación. Su primer pasodoble fue emotivo al denunciar que “hay muchos niños que pasen hambre para que los políticos sigan robando” sus ilusiones. En su segunda parte, la niña Chonchi dio juego tanto en sus cuplés como en el popurrí.

Coro 'La tierra de la alegría'.

Tras esta dosis menos seria, llegó el turno de la comparsa El señor hipócrita. La hipocresía es uno de los pecados capitales que dominan esta sociedad. Eso lo quisieron demostrar estos comparsistas, que en su segundo pasodoble criticaron la actitud de las empresas farmacéuticas ante determinadas enfermedades de los niños. En un popurrí también mostraron su crítica hacia el Vaticano, ya que dicen que “debemos ayudar a los más necesitados cuando ellos se enriquecen”. Roberto Fernández demostró porque consiguió la Púa de Oro el año pasado.

El último tercio de la función comenzó con el estreno de la chirigota de Pozoblanco en el concurso. Nos pierden las formas Nos pierden las formaspresentó un tipo de figuras del mítico juego Tetris. En su primer pasodoble homenajearon a su manera el 3x4, mientras que en el segundo denunciaron los problemas fiscales de los futbolistas famosos. Tras sus cuplés encadenados, interpretaron un popurrí ligado al tipo.

Chirigota 'Nos pierden las formas'.

La penúltima actuación de la noche corrió a cargo de Los patitos feos. Esta comparsa sevillana de Fuentes de Andalucía presentó un tipo de luchador medieval, propio de la primera persona que lucha día a día. Su segundo pasodoble fue una denuncia al maltrato. Tras unos simpáticos cuplés, su popurrí fue un canto a la defensa de los derechos de las personas, así como una alabanza a disfrutar el día a día. En esta última parte sobresalió la voz de una componente femenina.

Cerró la función la chirigota Qué bien bailan las hijas de Putin. Carmen García Koski regresó al Gran Teatro tras su ausencia en el 2016 con un tipo de equipo ruso de gimnasia rítmica. Desde el principio agradaron al público. En su tanda de pasodobles lanzaron un mensaje a aquellos compañeros que decidieron no salir este año, pero también tuvieron su piropo hacia Córdoba. Sus cuplés tuvieron golpes simpáticos. Si en el primero hablaron de su vecino cachas que tenía una mente muy perversa, pero “le he puesto una denuncia pidiendo una orden de acercamiento”. En su segundo, hablaron de su trauma de pequeña de engancharse a la lejía, a las series, las novelas… pero con este frío, a lo que más se han enganchado es “a los pomos de las puertas cuando llevo la manga ancha”.

Finalizaron su actuación con un popurrí ligado al tipo que tuvo puntos de humor. Una actuación que levantó de su butaca al público presente en el Gran Teatro.