JUAN MERINO / DOS PUNTOS DE QUINCE

Quinto partido sin ganar y un extraño cambio de sistema

Dejar al equipo sin delanteros cuando éste sólo tenía uno sano no es algo que se le pueda echar en cara. Sobre todo cuando el equipo le dio la razón: estaba más cerca la derrota que incluso el empate. Es la triste realidad de este Córdoba: ahora mismo es incapaz de ganar y no le faltó razón cuando dijo que veía peligrar el punto. Eso sí, el cambio antes del descanso transformando el esquema transmitió que el trabajo semanal, o al menos parte de él, sirvió de poco. El equipo encaja menos, pero sigue sin servirle para ganar. Sólo para empatar ante el peor local de la Liga.

LA PROPIEDAD / DE LA INCONTINENCIA AL SILENCIO

Una plantilla que necesita de una profunda reestructuración

Contrasta el silencio sepulcral de Carlos González en esta época con otras en las que su aparición en los medios era una constante para hablar de la situación del equipo. Ahora que la actualidad señala que el Córdoba está colista, a cinco puntos de la salvación y tiene un encuentro vital la próxima semana estaría bien que la masa social tenga conocimiento de los planes -si los hay- para el parón invernal, en el que el Córdoba debería ser uno de los clubs más activos de la categoría. La plantilla necesita una profunda reestructuración. Si es con profesionales, mejor.

LA IMAGEN / UN EJEMPLO DE LA SITUACIÓN

La discusión entre Sergio Aguza y Romero, otra mala señal

Resulta cuanto menos chocante que en el tiempo de descuento, contra un equipo en inferioridad y con una falta al borde del área, en vez de intentar ajustar alguna jugada -que era la última del partido- para intentar llevarse los tres puntos in extremis, lo principal sea discutir sobre quién saca y quién dispara. La imagen ofrecida por Jaime Romero y Sergio Aguza no hace sino alimentar las sensaciones que transmite el propio equipo, semana tras semana: sin líderes, sin gestos claros de responsabilidad por parte de nadie y sin estar de acuerdo, siquiera, en quién saca una falta.