El abastecimiento de agua en la provincia, una extensa red siempre en construcción

La solución momentánea a los problemas del agua en el Norte de la provincia de Córdoba ha puesto de manifiesto la necesidad de invertir continuamente en la red de infraestructuras hidráulicas, un sistema muy complejo y que cuenta con la participación de todas las administraciones públicas, que no siempre se ponen de acuerdo en lo que hay que hacer, cuándo y dónde. El sistema es tan intrincado que no basta con hacer las obras; también importan los tiempos. Si falla un eslabón en la cadena, como pasó en Los Pedroches y el Guadiato a pesar de los avisos durante años, los problemas pueden ser graves. O muy graves.

Lo cierto es que las administraciones invierten en infraestructuras hidráulicas para conseguir que salga el agua por el grifo en cantidad y calidad suficientes. Son cifras millonarias, tanto que hacen palidecer a lo que se gasta en otras grandes obras públicas como las carreteras o los equipamientos. Lo que ocurre es que el ciudadano no percibe adecuadamente el impacto de toda esa red hídrica en su día a día. Es algo en lo que insisten los expertos y los responsables políticos: hay que incidir en el enorme gasto público necesario para poner el agua potable en las casas desde los embalses y luego devolverlo en perfectas condiciones a los sistemas hídricos, cerrando así un círculo que pretende ser perfecto, aunque aún dista de serlo.

200 millones

Ahora mismo hay en la provincia de Córdoba obras hidráulicas por valor de casi 200 millones de euros, y eso sin contar el mantenimiento de toda la infraestructura. La mayor parte de esas cantidades se corresponde con las nuevas depuradoras que está construyendo la Junta de Andalucía con cargo al canon del agua, un impuesto que se cobró durante años en el recibo mensual y que ahora está suspendido.

La construcción de EDAR en los municipios moviliza ahora mismo unos 160 millones de euros en actuaciones en distinto grado de ejecución (ver infografía más abajo). Gran parte de ellas se están ejecutando en las comarcas del norte cordobés, el territorio más afectado por la sequía, donde los expedientes suman más de 46 millones de euros de la Junta.

La última de las grandes obras en materia de infraestructura hidráulica la está llevando a cabo la Diputación Provincial de Córdoba a través de su empresa Emproacsa. Se trata de la adaptación de la planta potabilizadora de Sierra Boyera, que con su configuración anterior no podía limpiar la excesiva contaminación del agua que le llegaba desde La Colada, la única disponible durante un año en el Norte de Córdoba hasta que las lluvias del pasado mes de marzo llenaron, o casi, Sierra Boyera.

Esta actuación se ha realizado con carácter de urgencia, lo que ha permitido acelerar los trámites burocráticos. Ha supuesto una inversión de 4 millones de euros que ha sufragado la Junta de Andalucía para desarrollar cuatro tecnologías diferentes tanto en La Colada como en la propia ETAP de Sierra Boyera y los depósitos intermedios del Cuartanero. En teoría, permitirá limpiar el agua de La Colada hasta hacerla potable, aunque ahora mismo ofrece mucha más calidad la de Sierra Boyera. En una siguiente fase está la modernización de la ETAP de Sierra Boyera, para la que harán falta otros cuatro millones aproximadamente.

A todo esto hay que sumar los 5,5 millones de euros que lleva gastados Emproacsa para llevar el agua potable en cisternas hasta las comarcas septentrionales, así como el coste del bombeo del agua desde La Colada, a razón de 6.000 euros diarios durante un año para pagar el combustible.

Ese bombeo era necesario mientras la Junta termina la obra definitiva de conexión La Colada-Sierra Boyera, cuya licitación de las obras, con un coste de 11 millones de euros, se espera para el próximo verano. Después será necesario como poco un año de obras.

Inversiones del Gobierno

Antes de eso, la Confederación Hidrográfica del Guadiana (a la que pertenece una parte de las comarcas del Norte cordobés) se hizo cargo de la conexión de emergencia entre ambos pantanos, que se concluyó en febrero del año pasado también mediante un contrato por la vía de urgencia, y que supuso otra inversión de más de 4,3 millones de euros.

Mientras tanto, el Gobierno central también tiene varias obras importantes en marcha en la provincia, todas en proceso de ejecución. En el pantano de Cordobilla se están realizando trabajos para solucionar los problemas de colmatado por tres millones de euros; en el canal de los regadíos del Genil-Cabra se está limpiando el cauce principal por más de dos millones de euros; y también se ha realizado una obra de emergencia en el sistema de abastecimiento del embalse Martín Gonzalo para que esta presa pueda tomar agua directamente del Guadalquivir, por un importe de casi dos millones de euros.

En cuanto a las obras hidráulicas en la capital que ejecuta la empresa municipal Emacsa, la más importante sin dudas es el tanque de tormentas en el Balcón del Guadalquivir, una colosal infraestructura destinada a recoger el agua de las lluvias que costará más de 22 millones de euros. Las obras comenzaron el año pasado y tienen una duración prevista de 24 meses. Después, Emacsa tiene previsto acometer otras cuatro actuaciones similares en la capital, lo que demuestra la capacidad inversora de una empresa que puede desarrollar por si sola obras de esta envergadura.

También en la capital se está redactando el proyecto para llevar de forma definitiva el agua potable hasta Trassierra y la urbanización Las Jaras, mediante conducciones que salen de la capital y requieren del bombeo hasta la altura en que se encuentran los núcleos de población. A su vez, estas dos barriadas contarán con sendas estaciones depuradoras para devolver el agua al río en perfectas condiciones. De todo ello se encargarán el Ayuntamiento de la capital y la Junta de Andalucía.

Otros proyectos

Al margen de todos estos proyectos ya en marcha en diferentes grados de ejecución, hay otros que sólo existen como demanda de determinados sectores. Son ideas que en su momento se plantearon y las instituciones parecían dispuestas a llevarlos a cabo, pero después se aplazaron sine die por diferentes cuestiones.

En este sentido cabe destacar el trasvase entre los embalses de Puente Nuevo y Sierra Boyera, que ya se diseñó hace años y que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir rescató a raíz de la sequía, con la intención de que el Gobierno lo asumiera como propio enalguno de los decretos para paliar los efectos de la sequía. Posteriormente, el propio organismo de cuenca rechazó seguir adelante con el proyecto alegando sus elevados costes y que, en el fondo, con la conexión La Colada-Sierra Boyera las comarcas del Norte tendrían agua suficiente para su consumo. Ahora lo reclaman sobre todo instituciones como la Junta y la Diputación Provincial.

Finalmente, también está pendiente de su desarrollo el que sería el último pantano previsto en la provincia de Córdoba, el de San Calixto, a caballo entre las provincias de Córdoba y Sevilla. Estaría destinado a paliar las inundaciones que periódicamente pueden sufrir Palma del Río y sobre todo Écija, a causa del desbordamiento del río Genil. La redacción del proyecto podría encargarse este mismo año.

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