Cien años de concurso en Córdoba

Cruces de Mayo 2024: Gana la tradición, la convivencia con los vecinos y el trabajo en equipo

Las tres entidades ganadoras destacan por su larga trayectoria de compromiso con el barrio en que se ubican y con las fiestas populares

El repaso en vídeo de las cruces ganadoras del concurso 2024

Víctor Castro

Araceli R. Arjona

Araceli R. Arjona

Tradición, convivencia, ambiente familiar, música popular son algunos de los valores que parecen compartir las tres cruces de mayo ganadoras del concurso de 2024. En este año especial, en el que se cumple el centenario de esta tradición cordobesa, que arrancó en 1924, el jurado ha sorprendido reconociendo a dos montajes que no estaban inicialmente entre los favoritos, pero que llevan muchos años trabajando por esta fiesta.

En la categoría de casco histórico, la cruz ganadora ha sido la de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, instalada frente al colegio del mismo nombre y ubicada en la plaza Padre Cristóbal, en el entorno del barrio de San Agustín. También para esta hermandad esta edición ha sido especial, ya que se cumplen 50 años participando en el concurso de cruces. De hecho, según Fran del Arco, ideólogo del montaje, su cofradía que pionera, la primera hermandad que se sumó a la fiesta y a día de hoy es la única cruz de Córdoba que lleva medio siglo inscribiéndose en el concurso, desde 1974 (a excepción de los dos de pandemia en que no se celebró).

La cruz, compuesta por más de 2.700 claveles, recrea la que se hizo en 1974.

La cruz, compuesta por más de 2.700 claveles, recrea la que se hizo en 1974. / Víctor Castro

Una interpretación de la cruz de 1974

Para conmemorar una efemérides tan redonda, han optado por recrear la cruz que se hizo en mayo de 1974 valiéndose del archivo documental que atesoran, un año en el que, casualmente, también se hicieron con el primer premio. Se ve que la inspiración les ha traído suerte. En la barra, cuelga la fotografía de la época, con una cruz similar de claveles rojos, con una franja de clavel blanco en el centro, sobre una base redondeada y tres patas, toda ella instalada en una plaza que poco o nada tiene que ver con la de hoy, que ahora luce empedrada, con una plataforma elevada en el centro y una estatua del padre Cristóbal.

Todos esos elementos que no existían han sido integrados sabiamente en el montaje para realzar el conjunto. "La cruz de este año es nuestra forma de rendir homenaje a las generaciones anteriores, que han hecho posible que nosotros estemos aquí", ha explicado del Arco. El entorno en el que se encuentra, entre un colegio y un bloque de pisos, determina de algún modo el ambiente. "Aquí no hay botellón, se corta la música a la hora señalada y se intenta cumplir al máximo las normas de convivencia para respetar el derecho al descanso", explican los hermanos de la cofradía, "esta es una cruz familiar, de gente que viene a comer y a echar el rato y lo que nos es gusta cuidar la tradición porque somos unos clásicos". El trabajo en equipo es también un sello de la casa que se evidencia en la labor previa de colocación de los más de 2.700 claveles que forman la cruz, la atención en la barra, la cocina o la limpieza diaria de la plaza.

Miembros de la peña Los Quijotes Cordobeses, en su cruz, ganadora del primer premio.

Miembros de la peña Los Quijotes Cordobeses, en su cruz, ganadora del primer premio. / Víctor Castro

Doble efemérides de Los Quijotes Cordobeses

La cruz de Los Quijotes Cordobeses, ganadora en la categoría de zona moderna, también está este año de aniversario, 35 de participación en el concurso y 50 desde que se creó la peña en el Distrito Sur. Ubicada en la calle Baena, en un pasaje perpendicular a la avenida de Cádiz, esta cruz representa los valores de la constancia, el trabajo en comunidad y el respeto al vecindario, que acude a diario a este enclave a disfrutar de la fiesta en compañía de la gente conocida. El presidente de la peña, Rafa Hierro, ha explicado que este es el primer año que reciben el primer premio del concurso y destaca que su manera de entender la cruz de mayo es la tradicional, basada en el espíritu de colaboración vecinal y en la estética de siempre, con el clavel rojo como elemento clave. "El año pasado, no pudimos hacerla en rojo porque no había claveles en el mercado, pero lo normal es que sigamos esa tradición".

Guiño a los 50 años de la peña Los Quijotes Cordobeses del Distrito Sur.

Guiño a los 50 años de la peña Los Quijotes Cordobeses del Distrito Sur. / Víctor Castro

"Estamos muy emocionados porque nosotros lo que buscamos es crear una cruz que atraiga a los amigos, huimos del botellón y lo que queremos es compartir el espacio con la gente a la que vemos todos los días, intentando molestar lo menos posible y aportar un poco de buen rollo al barrio", explica. Prueba de ese buen ambiente son las macetas que cuelgan de las paredes que ahora rodean la cruz, decoradas con geranios durante todo el año gracias a la peña y a los vecinos. La alegría está garantizada igual que la música popular y el baile. "Todos los años invitamos a las academias del barrio para que las alumnas exhiban su arte en el escenario", explica el presidente, rodeado de vecinos. El dinero del premio se destinará a organizar actos culturales. "Nosotros trabajamos de forma altruista, esto no es para ganar dinero sino para disfrutar de la fiesta", concluye.

Cruz instalada en la Ermita de Belén, que en este lado rinde homenaje a Antonio Gala.

Cruz instalada en la Ermita de Belén, que en este lado rinde homenaje a Antonio Gala. / Víctor Castro

Dos años seguidos como vencedores

En la categoría de cruces en recintos cerrados, la AVV Alcázar Viejo ha vuelto a ser la vencedora con un montaje ubicado en la Ermita de Belén, que rinde homenaje doble a la figura de Antonio Gala, fallecido en 2023, y a Julio Romero de Torres en el 150 aniversario de su nacimiento. La cruz es obra de un grupo de jóvenes del barrio con muy buen gusto, que le han dado cierto aire renovador en cuanto a la estética, con una variedad multicolor de flores, sin perder la parte más típica del exorno floral de los patios, con surfinias, geranios y gitanillas, y siendo fieles a la tradición en cuanto a los motivos que la inspiran, debidamente explicados en unos carteles instalados junto a cada instalación.

Como el año pasado, en el que ya obtuvo el primer premio, la cruz se puede contemplar desde dos puntos de vista y en estos días es un punto de atracción para los que acuden a conocer la fiesta y los patios de la zona. En un lado, se recrea el estudio de Antonio Gala y en el otro, el de Julio Romero de Torres, con motivos propios de su lugar de trabajo, como los bodegones cargados de naranjas y limones, el brasero de picón, marcos y fotos del Archivo Histórico Provincial de las mujeres musas de Julio Romero. Manuel Díaz, vicepresidente de la asociación, ha mostrado "la enorme alegría que nos ha producido el premio porque supone un reconocimiento al esfuerzo del grupo de nenes que se esmeran en el montaje". El ambiente de la cruz es también "muy familiar, sin bullas ni botellón porque los que venimos aquí somos los vecinos del barrio, vivimos aquí y no queremos nada de eso".

Se trata de una cruz joven, que se presenta al concurso desde hace siete años, "pero nos lo hemos tomado en serio en cuanto al montaje y la decoración desde hace tres años y llevamos un segundo y dos primeros premios, así que estamos muy contentos con el resultado".

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