Andalucía cuenta aproximadamente con 330 parejas de buitre negro, un 50 por ciento más de las que se censaron hace una década, lo que ha permitido que esta especie pase de estar catalogada en peligro de extinción a "vulnerable", según ha indicado el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal.

Fiscal ha visitado hoy el zoológico de Córdoba, al que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha entregado dos ejemplares de buitre negro, procedentes de Centros de Recuperación de Especies Amenazadas de las provincias de Sevilla y Jaén, en un acto que ha contado con la presencia de la alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio.

Según ha explicado el consejero a los periodistas, con esta iniciativa, con la que se pretende divulgar los valores ambientales de la fauna autóctona, son ya cerca de 60 el número de aves, de 15 especies diferentes, las que la Junta ha cedido a este zoo para que las cuiden y exhiban con fines educativos.

Ha destacado la labor que realizan este tipo de centros para sensibilizar a los ciudadanos en tareas de conservación de especies amenazadas como el buitre negro, una labor que complementa a las campañas que desarrolla la Consejería en los centros escolares, para inculcar entre los más jóvenes un espíritu conservacionista.

Según el titular de Medio Ambiente, durante 2014 se contabilizaron en Andalucía un total de 330 parejas de buitre negro, un 50 por ciento más de las que se censaron hace ya una década, un número que supone ya el 16 por ciento de las registradas en España.

Por otra parte, Fiscal ha informado de que los trabajos de seguimiento que habitualmente lleva a cabo su departamento confirman que el veneno es la primera causa conocida de mortalidad no natural de estas especies, por encima de otras como pueden ser la pérdida de hábitat, colisión con parques eólicos y líneas eléctricas o la desnutrición.

En este sentido, ha apuntado que la Estrategia Andaluza para el Control de Venenos que desarrolla la Junta ha reducido considerablemente el número de animales muertos por esta práctica ilegal, que, en el caso del buitre negro, la tasa de envenenamiento en las aves reproductoras se ha reducido un 79 por ciento a partir de 2008.