Desde el comienzo de la crisis económica las ventas de oro en bruto no han dejado de crecer, no sólo en el mercado interno a través de los numerosos establecimientos de compraventa situados en los municipios cordobeses, sino también por el importante volumen exportador que llevan a cabo las empresas cordobesas. El elevado precio del oro, la crisis y la caída de las compras de la joyería han provocado un doble efecto. Por un lado, muchas familias se están desprendiendo de las joyas que atesoraban con su empeño o venta en tiendas de compraventa. Estas operaciones han estado sujetas al pago del 4% del impuesto sobre transmisiones patrimoniales onerosas, por lo que la paralización de este tributo puede incentivar aún más las ventas. La otra tendencia la protagonizan los propios joyeros cordobeses que se están desprendiendo de la materia prima para hacer caja ante las dificultades para vender el producto elaborado. El principal destino durante los dos últimos años está siendo Italia. Solo en los primeros diez meses del 2013 se exportó oro desde Córdoba por valor de 70,6 millones de euros, una cifra muy superior a las ventas de joyería en el exterior, que se situaron en 33 millones. Córdoba acapara casi el 100% de la exportación andaluza de oro y ocupa el tercer lugar nacional tras Madrid y Barcelona.