El presupuesto del Eibar es, más o menos, una décima parte de lo que cobra un galáctico. Entiendo que hablar de esto a algunos le resulte ordinario, pero da una visión clara de dónde están unos y otros en esta apasionante Liga tan desigual. Viene al caso porque los modelos a seguir no tienen por qué ver con el dinero, ni este con la educación. Córdoba siempre ha sido ejemplo de buena acogida. El fútbol (como la Davis en su día) es la excusa y hoy, el foco para demostrar lo que somos.