El acto de toma de posesión de los consejeros del nuevo Gobierno andaluz quedó ensombrecido ayer cuando cayó como una bomba, vía Twitter, el auto de la jueza Alaya en el que aboga por la imputación de los expresidentes Chaves y Griñán y cinco exconsejeros por el caso de los ERE fraudulentos. Al tiempo que los consejeros prometían o juraban sus cargos y se producía la intervención de la presidenta Susana Díaz, se formó un revuelo con los murmullos de los invitados en el Salón de los Espejos del palacio de San Telmo al conocerse el auto judicial a través de los móviles y de las redes sociales.

La coincidencia desagradó al sorprendido consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, que visiblemente molesto consideró "increíble" que la jueza Alaya sacara el auto precisamente ayer. "Hoy el protagonismo es del Gobierno, no de la jueza", dijo. Elena Víboras, consejera de Agricultura, no disimuló sus sospechas y denunció que "cada vez que hay un acto importante para Andalucía la jueza dicta un auto sobre los ERE".

La mancha de los ERE se extendió por San Telmo pese a los esfuerzos de la presidenta por alejarla de su nuevo gabinete. El tema se apoderó de los corrillos. Y dada su importancia y trascendencia, Susana Díaz abrevió su estancia entre los asistentes tras la foto de familia y desapareció escaleras arriba para incorporarse a su despacho con algunos asesores.

Un día especial

Al margen de este asunto, el acto de toma de posesión fue para muchos un día especial. El nuevo consejero de la Presidencia, el gaditano Manuel Jiménez Barrios, con derroche de simpatía, recogió numerosas felicitaciones, casi tantas como el catedrático José Sánchez Maldonado, responsable de Economía, que apareció con aire docto en escena. A Luciano Alonso no parecía importante el incremento de carga de trabajo --asume Educación, Cultura y Deporte, como el ministro Wert--- ni a María Jesús Montero su responsabilidad en Hacienda con un horizonte de recortes o ajustes presupuestarios a la vista. Las alcaldesas --ahora consejeras-- Elena Víboras (Alcalá la Real) y María Jesús Serrano (Baena) estuvieron acompañadas por una nutrida representación de sus municipios y serán las encargadas de dar un sello más cercano al ciudadano del trabajo de la Junta.

Cuota cordobesa

Con la continuidad de Elena Cortés (IU) al frente de la Consejería de Fomento y Vivienda y el nombramiento de María Jesús Serrano para la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, la cuota cordobesa en el primer equipo de Susana Díaz copaba de felicidad a Juan Pablo Durán, secretario general del PSOE cordobés, y a Manuel Gracia. "Es una buena noticia para Córdoba", subrayó el presidente del Parlamento.

La baenense María Jesús Serrano Jiménez acudió a San Telmo acompañada por su padres, Antonia Jiménez y Manuel Serrano, que fue concejal independiente en la lista del PCE en las elecciones municipales de 1979 en Baena; su hija Rocío, sus hermanos Manuel y Antonio José, Jesús Rojano --el próximo alcalde de Baena--, ediles y amigos.

A la flamante consejera le cambió la vida una llamada telefónica a las 8.30 de la mañana del pasado lunes. Era la voz del secretario de organización del PSOE de Córdoba, Antonio Ruiz, la que le comunicaba que daba su perfil para una posible consejería. Al mediodía recibió la confirmación de la presidenta y su nuevo destino: Medio Ambiente. "Me sentí muy emocionada", recordó. Las únicas indicaciones que recibió de Susana Díaz fueron "esfuerzo en el trabajo, cercanía con los ciudadanos y disposición para resolver los problemas de la gente".

María Jesús Serrano recibió también el apoyo de los delegados Isabel Ambrosio, Isabel Baena, Manuela Gómez y José Ignacio Expósito; el rector, José Manuel Roldán; el director general de Universidades, Manuel Torralbo; el diputado Jesús María Ruiz, y Sol Calzado, entre otros representantes.