El Telescopio Espacial Hubble (HST, NASA/ESA) se diseñó con el objetivo principal de escudriñar las profundidades del cosmos: estudiar el origen y la naturaleza de galaxias distantes, observar explosiones de supernovas a miles de millones de años luz, investigar estrellas en formación, nebulosas difusas y cadáveres estelares y calcular con precisión la distancia a las galaxias para entender la expansión del Universo. Precisamente esta tarea es la que le valió a este fantástico ingenio espacial el ser bautizado con el nombre de Edwin Hubble, el famoso astrofísico estadounidense que caracterizó la ley de la expansión del universo. Esto es, galaxias más lejanas parecen alejarse más rápido de nosotros (a mayor velocidad de recesión) que galaxias más cercanas simplemente porque hay más espacio en expansión entre ellas y nosotros. Esta ley ahora se conoce como Ley de Hubble-Lemaître porque fue el sacerdote y astrónomo belga Georges Lemaître quien la formulara primero, pero cómo lo hizo en francés y no en inglés, siendo Lemaître una persona muy modesta, no se reconoció su labor hasta hace poco.

Pero el Telescopio Espacial Hubble no solo se ha dedicado a explorar objetos muy distantes. También ha estudiado con mucho detalle los cuerpos de nuestro Sistema Solar. Por supuesto, no se puede comparar a la información tan valiosa que podemos obtener de planetas, asteroides y cometas con misiones espaciales a esos sitios, pero aún así usar el HST para estos fines es muy importante para comprender mejor qué ocurre en nuestro vecindario celeste.

Por ejemplo, durante más de una década la misión Cassini de NASA estuvo explorando el sistema de Saturno. Además de los grandes descubrimientos que Cassini realizó en ese tiempo (como los géiseres de la pequeña luna Encélado, revelando que posee un océano global subterráneo donde, ¿quién sabe?, hasta podría tener vida) también consiguió unas imágenes fantásticas de Saturno, su atmósfera y sus anillos.

Pero como Cassini ya no existe (se lanzó contra el planeta anillado el 15 de septiembre de 2017 dado que se estaba quedando sin combustible y no se quería arriesgar dejarla a la deriva y que terminara chocando con Encélado o Titán u otra de las lunas de Saturno) es ahora el Telescopio Espacial Hubble el que observa de vez en cuando a este planeta.

Estos días se ha hecho pública la última de estas imágenes. El HST observó Saturno el 20 de junio de 2019 usando la Cámara de Gran Campo 3 (WFC3), cuando el planeta se encontraba a su mínima distancia a la Tierra (1400 millones de kilómetros, equivalente a 1 hora y 18 minutos a la velocidad de la luz). Esta impresionante imagen muestra la intrincada estructura de los anillos y numerosos detalles en la atmósfera. La imagen forma parte del proyecto científico OPAL, acrónimo en inglés de Legado de las atmósfera la de los planetas exteriores, que está ayudando a los científicos a entender la compleja dinámica atmosférica de los planetas gaseosos del Sistema Solar y los cambios estacionales que van experimentando.

En efecto, estas imágenes son mucho más que fotografías bonitas. En el caso de Saturno revelan que posee una atmósfera muy turbulenta y variable. El año pasado se observó una gran tormenta en la región polar norte, pero ahora ha desaparecido. Sin embargo en este tiempo han surgido tormentas más pequeñas, muchas de ellas (si no todas) habrán desaparecido en unos meses. La estructura en bandas de la atmósfera también muestra variaciones en color con respecto a lo observado en años pasados. Aún así hay estructuras que se mantienen. La que más sigue destacando es esa misteriosa estructura hexagonal en el polo norte de Saturno. Fue descubierta en 1981 por la sonda Voyager I y estudiada con detalle por Cassini durante su misión. Se cree que es consecuencia de una corriente de alta velocidad en esas regiones.

Esta fantástica imagen también muestra unos preciosos anillos donde se identifican una gran cantidad de subestructuras. Los anillos están compuestos de partículas diminutas de hielo y roca, las animaciones que consiguió Cassini de ellos dejan boquiabiertos a todos. Y, sin ir más lejos, contemplar Saturno con un pequeño telescopio y ser capaz de identificar claramente sus anillos con nuestros propios ojos es una de las experiencias más impactantes que podemos tener de nuestro Sistema Solar. Ahora mismo Saturno se puede observar justo después de la puesta de Sol en la constelación de Sagitario. Si tienes la oportunidad no dudes en imitar al HST y espiar por ti mismo al verdadero Señor de los Anillos.

(*) El autor, astrofísico cordobés en Australian Astronomical Optics, Macquarie University y miembro de la Agrupación Astronómica de Córdoba, escribe regularmente en el blog ‘El Lobo Rayado’ en la dirección de internet http://angelrls.blogalia.com. Puedes seguirlo en Twitter en @El_Lobo_Rayado.