Hace unas semanas, en el diario 'La Razón', Julián Contreras Ordóñez, el hijo de la desaparecida Carmina Ordónez, explicaba los problemas económicos que atraviesa tras ser deshauciado de la vivienda donde vivía y la situación delicada de su padre, que ha perdido parte de la visión. Pero ante la avalancha informativa que se sucedió a esas declaraciones y ante lo que califica de "graves difamaciones", ha decidido poner en manos de sus abogados.

"He presenciado con gran tristeza y decepción como, una vez más, se ha hecho de la información no veraz y difamatoria, una verdad absoluta. Y como esta se propaga con mayor velocidad de lo que arde la pólvora, sin haberse contrastado ni investigado, lo más mínimo, en las graves acusaciones vertidas contra mi persona».

Y prosigue: «Al dolor que me ha generado mi injusta y delicada situación, he tenido que sumar toda clase de burlas, reproches y humillaciones, teniendo su punto más álgido a raíz de las graves difamaciones vertidas en uno de los programas de sobremesa. En dicho programa nos atribuían (a mí y a mi padre) unos hechos rotundamente falsos, entre otros, los consistentes en llevar a cabo como 'modus operandi' el alquiler de viviendas, pagando el primer mes, sin pagar el resto de las mensualidades».

Su intención no es otra que pedir respeto. «Intentaré ser comprensivo con todo lo que ocurre en los medios de comunicación, entendiéndolo como parte del espectáculo, aunque en muchas ocasiones no esté de acuerdo con ello. Pero creo que sería muy acertada y conveniente una reflexión general sobre los límites que se están alcanzando, y el daño irreparable que se puede ocasionar a la vida de una personas. Nunca nadie tuvo que enfrentarse a tantos obstáculos cuando lo único que quiere es prosperar, empezar de nuevo y superar situaciones del pasado tan limitantes como las que he vivido. Ante la imposibilidad de explicar mi compleja situación, apelo al respeto, tacto y humanidad que todos merecemos», finaliza Julián Contreras Jr.