Santi Hernández, jefe técnico de Marc Márquez, abre la puerta de su box en Sachsenring y ¡zas! se tropieza con Stefano Laghi, que le enseña el billete de 23 euros, Bolonia-Praga, con el que ha viajado al circuito alemán. Pero es que Carlos Liñán, jefe de mecánicos del campeón español, chocó con Stefano en Termas de Río Hondo (Argentina), en abril, en el otro lado del mundo. Y Roberto Clerici, mecánico italiano del nen de Cervera, estuvo comiendo con Stefano en Barcelona durante el gran premio. Y Jordi Castellá, también mecánico de Marc, se lo topó por las calles de Austin (Texas, EEUU). Y no es que Laghi sea rico, ni mucho menos, es que Laghi es el príncipe del low cost, el hombre que más (no mejor) y más barato viaja del mundo. Tiene el récord de la vuelta al mundo, a los 40 años, en 40 días, 51.000 kilómetros y un montón de aviones y aeropuertos menores por 1.950 euros.

Laghi, cómo no, es un apasionado de las carreras de motos y el tipo que mejor y más conoce las artimañas, trucos, secretos y ofertas de las compañías de bajo coste. Tanto, tanto, que dos grandes equipos del Mundial de MotoGP, los de los italianos Fausto Gresini y Lucio Cecchinello, le han ofrecido trabajo en sus escuderías para que les ahorrase decenas de miles de euros consiguiéndoles billetes de avión para pilotos, mecánicos y asistentes a precio de bus o metro, como los consigue él.

Y Laghi, que trabaja en la cadena de distribución de una compañía de pesticidas, les ha dicho que solo viaja por placer y que conseguir el billete más barato es para él, simplemente, un entretenimiento, un hobby, una diversión. «Bueno, en realidad, es un reto, porque mi conquista es aceptar el reto de jugar con las compañías y demostrar que se puede hacer, aunque se requiere paciencia, conocimiento y, sobre todo, decisión», explica Laghi, de 48 años. «Bueno, también hay que estar soltero y sin hijos, pues mi vida es muy particular».

El príncipe de low cost, a quien nadie le ha reconocido oficialmente sus récords, pero que existen, están demostrados y aparece, sí, en Google como el gran hacedor de semejantes milagros, trabaja intensamente de noviembre a marzo («la época de mayor actividad en nuestro ramo», explica muy serio), intentando acumular el mayor número posible de horas extras («especialmente trabajo los sábados») para unir sus 20 días de recuperación a los 33 días oficiales de vacaciones. «Y con esos 53 días, me hago todo el Mundial de motos». Bueno, con esos días, hoteles tirados de precio y, sobre todo, billetes de risa.

Su récord de vuelta al mundo lo protagonizó en el 2008. «Para celebrar, a mi manera, mi 40 cumpleaños, di la vuelta al mundo en 40 días por 1.950 euros: Londres-Toronto-Vancouver-Hawai-Syndey-Nueva Zelanda-Darwin (Australia)-Singapur-Hong Kong-Londres», relata con orgullo.

VUELTA AL MUNDO / Y, de pronto, Stefano saca de su bolsito un papel donde, con una letra minúscula, está escrita su última gesta: el triplete decisivo de este año (Japón, Australia y Malasia, los días 16, 23 y 30 de octubre) ¡por 790 euros! cuando ninguno de los 2.000 habitantes del paddock lo conseguirá por menos de 1.925 euros. Y es que Laghi ya tiene todas las reservas y billetes: Bolonia-Tokio (vía Dubai) por 226 euros; Tokio-Bangkok, por 66 euros; Bangkok-Kuala Lumpur, ¡por 13 euros!; Kuala Lumpur-Melbourne, por 72 euros; Melbourne-Hobart (Tasmania), por 28 euros; Hobart-Melbourne, por 43 euros -Stefano va y viene a Melbourne para hacer unos días de turismo, sí--; Melbourne-Kuala Lumpur, por 116 euros y, finalmente, Kuala Lumpur-Dubai-Bolonia, por 226. Clavados, exactos: 790 euros. H