Arantxa Sánchez Vicario no echará a sus padres de la casa donde residen a pesar de la demanda que la tenista les ha interpuesto para reclamar cinco millones de euros del dinero ganado a lo largo de su carrera deportiva, que según ella no ha recibido jamás. Hace dos semanas, la tenista dio un plazo de 60 días a sus padres para llegar a un acuerdo amistoso. Desde entonces, los abogados de ambas partes trabajan para conseguir un pacto. Arantxa, que no se verá con sus padres durante la negociación, necesita el dinero para pagar la deuda de 3,5 millones de euros que tiene con Hacienda y quiere poner a su nombre la vivienda en la que residen sus progenitores. La casa, verdadero centro de la disputa, está a nombre de Euroilla Inversiones S.L, una sociedad que permitió el usufructo a los padres y con la que Arantxa no aparece relacionada.