Santander se convirtió ayer en la capital del famoseo con motivo de la entrega de las medallas de oro al Mérito de las Bellas Artes, que concede el Ministerio de Cultura y otorgan los Reyes. Además del plantel de galardonados, por las calles de la capital cántabra se pudo ver a numerosas caras conocidas del panorama rosa como la duquesa de Alba, su hijo Cayetano Martínez de Irujo, Pastora Vega, la modelo Eva González, Belén Ordóñez, Cayetano Rivera, Carlos Bardem, Francisco Alvarez-Cascos y su mujer, la galerista María Porto, o el periodista José María García.

Las medallas se entregan a todos aquellos que destaquen en "el campo de la creación artística y cultural o hayan prestado servicios en el fomento de la difusión del arte y la cultura, así como en la conservación del patrimonio artístico". El Ministerio de Cultura considera que cumplen estos criterios los actores Imanol Arias, Charo López, Cecilia Roth y Pilar Bardem. La lista sigue con el cantante Miguel Bosé; el restaurador, Juan Mari Arzak; la directora de cine Isabel Coixet, el productor Enrique Cornejo; el músico de jazz Pedro Iturralde; el cantautor José Antonio Labordeta; el presidente de Grupo Planeta, José Manuel Lara; la presidenta de Payasos sin Fronteras, María Colomer; el poeta Victoriano Cremer, fallecido el pasado mes de junio; el pintor Isaac Díaz Pardo; el director de orquesta Rafael Frühbeck de Burgos; la ex directora de ARCO Rosina Gómez Baeza; la coreógrafa y bailarina Blanca Li; el guionista Juan Antonio Porto, suegro de Alvarez-Cascos; el torero Francisco Rivera Ordóñez; la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada y el fotógrafo Alberto Schommer, entre otros.

PROTAGONISTA DE LA CENA El lunes por la noche tuvo lugar una cena con todos los galardonados. Los atuendos de la ministra de Cultura, Angeles González Sinde, vestida de Agatha Ruiz de la Prada, y de Miguel Bosé, con una chaqueta batín de cuadros rojos y azules, fueron muy comentados. Pero quien acaparó toda la atención fue Francisco Rivera. Por dos razones: la polémica de su medalla y porque presentó en público a su novia, la bailarina Cecilia Gómez.

La concesión de la medalla a Rivera no fue bien recibida por algunos toreros como Morante de la Puebla, José Tomás y Paco Camino. Los dos últimos, que tenían la misma condecoración, la devolvieron porque no querían compartirla con el diestro. Los dos matadores consideraban que el premio no se ajusta a la forma que ellos tienen de entender el arte y en una carta dirigida al entonces ministro de Cultura, César Antonia Molina justificaron su decisión por "vergüenza torera".