Un hombre que corrió hacia el vehículo siniestrado de Diana de Gales en el túnel del Puente del Alma de París para intentar prestar ayuda declaró hoy que escuchó a la princesa decir "Oh, Dios mío, Oh Dios mío". Damian Dalby, que declaró hoy mediante vídeo-conferencia desde París en la investigación judicial sobre la muerte de Lady Di y su novio Dodi Al Fayed, viajaba con su hermano y unos amigos a París cuando se encontraron con el siniestro en el túnel del Puente del Alma.

Dalby, bombero voluntario en aquella época, dijo que cuando vio el vehículo por primera vez, había gente alrededor de él tomando fotografías, informó la agencia británica de noticias PA. "Salía humo del vehículo. Quería parar el motor, pero no pude", indicó el testigo, que explicó que la puerta derecha trasera del vehículo estaba abierta y que vio a una mujer sentada en la parte de atrás, pero que en aquel momento no se dio cuenta de que era la princesa.

Explicó que mientras se aproximaba al coche era consciente de los flashes de los fotógrafos y destacó que nadie le impidió llevar a cabo "su trabajo de asistencia". Uno de los amigos que viajaba con él, Sebastien Masseron, escuchó a uno de los fotógrafos gritar a un colega que estaba en una moto al final del túnel: "Vuelve, vuelve, está viva". Otra mujer que iba en el mismo coche que Masseron, Audrey Lemaigre, también escuchó a uno de los fotógrafos decir: "Está viva, está viva".

La investigación judicial, requerida por la ley británica cuando un nacional muere de forma inesperada, violenta o por causas desconocidas, comenzó este mes tras varios aplazamientos y tratará de esclarecer si la muerte de la princesa fue producto de una conspiración o un trágico accidente.

El padre de Dodi, Mohamed Al Fayed, el dueño de los grandes almacenes Harrod's, continúa convencido de que tanto su hijo como lady Di fueron víctimas de una conspiración al más alto nivel, con la participación incluso del marido de Isabel II, el duque de Edimburgo, para impedir que la pareja pudiera casarse.

Diana, Dodi y el conductor Henri Paul murieron cuando el automóvil Mercedes en el que viajaban se estrelló en el túnel del Puente del Alma el 31 de agosto de 1997 y el único ocupante del vehículo que salvó la vida fue el guardaespaldas, Trevor Rees-Jones. Dos investigaciones policiales previas, una en Francia y otra en el Reino Unido, concluyeron que los tres fallecieron en un accidente causado porque el conductor conducía muy rápido y bajo la influencia del alcohol.