Soportando el clima desértico en una pequeña jaula, la jirafa Benito sobrevivía en soledad durante ocho meses en el Parque Central de Ciudad Juárez en México. Las malas condiciones en las que se mantenía al animal inspiraban una campaña en México para conseguir su reubicación. En un recinto donde pueda estar a temperatura controlada, con toda la comida que necesite. Con la ayuda de una grúa y monitoreado en todo momento por veterinarios, Benito era transportado en una gran caja a su nuevo hogar, donde vive con otras siete jirafas. Después de 50 horas, Benito llegaba a su destino. El movimiento Salvemos a Benito está contento porque hoy va a la ciudad de Puebla. Una historia de lucha que termina con un final feliz.