Adiós a los edulcorantes para adelgazar: una alerta 'prohíbe' su uso para bajar de peso

La institución alerta sobre las consecuencias inesperadas de tomar estevia o sacarina"ADIOS"

El pasado 27 de febrero, la revista Nature Medicine publicó un estudio donde vinculaba el consumo del eritritol, un edulcorante artificial, con el incremento de riesgo de infartos o ictus. Semanas mas tarde, la Organización Mundial de la Salud ha publicado una nueva directriz sobre los edulcorantes no azucarados (como la sacarina o la estevia) que muchas personas utilizan para controlar su peso.

Ante el objetivo de adelgazar, son muchas las personas que deciden reducir si ingesta de azúcar mediante la sustitución de este por sustancias naturales o artificiales que sirven para dar un sabor dulce a los alimentos como el café.

Pero, tras la última publicación de la OMS, parece que esta práctica (sustituir el azúcar por edulcorantes) no solo no aporta ningún beneficio a la pérdida de grasa corporal, sino que puede presentar inconvenientes como el aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes.

En palabras de Francesco Branca, director de Nutrición e Inocuidad de los Alimentos de la OMS, "la sustitución de azúcares libres por edulcorantes no azucarados no ayuda a controlar el peso a largo plazo. Las personas deben considerar otras formas de reducir la ingesta de azúcares libres, como consumir alimentos con azúcares naturales, como la fruta, o alimentos y bebidas no azucarados".

Así, para mejorar la salud, desde el área de Nutrición e Inocuidad recuerdan que "los edulcorantes no azucarados no son factores dietéticos esenciales y no tienen valor nutricional. Las personas deberían reducir totalmente el sabor dulce de la dieta, desde una edad temprana, para mejorar la salud".

Los edulcorantes, contraproducentes para adelgazar

Además de la falta de eficacia de sustancias como la estevia o la sacarina para contribuir a los objetivos de bajar de peso y los riesgos para la salud al os que está asociado su consumo, hay otro factor importante a tener en cuenta y es un "envenenado" efecto placebo: es decir, el consumo de sustitutos del azúcar no contribuye a adelgazar, pero sí hace creer a quienes lo consumen que con esta acción están llevando un estilo de vida más saludable, cuando no es cierto.

El consumo de edulcorantes que sustituyen al azúcar desvían la atención de lo que para la Organización Mundial de la Salud es el problema real: por un lado, la costumbre del sabor en la comida, que debería disminuir desde edades tempranas y, por otro, la modificación de hábitos vitales hacia una rutina más saludable tanto en la alimentación como en el ejercicio.

Según una conclusión de la Organización Mundial de la Salud, la Obesidad ya alcanza niveles de epidemia en Europa, especialmente tras el impulso de la Pandemia.