La fórmula casera para blanquear la bañera que arrasa entre los perfeccionistas

Con este método, limpiar la bañera no volverá a ser un problema

La fórmula casera para blanquear la bañera que arrasa entre los perfeccionistas

La fórmula casera para blanquear la bañera que arrasa entre los perfeccionistas

Mantener el orden y la limpieza en casa es más difícil de lo que parece, especialmente en zonas difíciles como el baño o la cocina. Es en estos espacios de la casa donde siempre hay más suciedad y donde tenemos que llevar especial cuidado con la higiene.

Además de redoblar la frecuencia con la que repasamos estos dos lugares del hogar, también es buena idea emplear productos específicos o desinfectantes de toda la vida, como pueden ser el amoniaco o la lejía (nunca juntos). En el caso de no saber cómo llevar a cabo una limpieza eficiente de algunas zonas, podemos consultar con un experto o informarnos más a fondo a través de Internet.

Si miramos dentro del baño, la situación se complica más: desde el váter hasta el lavabo hay cientos de rincones donde los gérmenes pueden acumulares y que hay que intervenir por separado y a conciencia.

La bañera es una de esas zonas del baño a la que, en muchas ocasiones, la población no sabe como enfrentarse. Por este motivo, no es raro encontrarnos con manchas amarillas en las paredes, y es que si la limpieza no se realiza correctamente, puede convertirse en un auténtico cúmulo de sociedad.

Quizá, la opción más sencilla es recurrir a productos específicos de venta en supermercados y droguerías para limpiar la bañera, pero si queremos ahorrar unos euros, podemos encargarnos directamente de elaborarlos en casa.

Para limpiar la bañera, según los expertos, el mejor producto al que podemos recurrir es el vinagre: gracias a sus propiedades desinfectantes, es un elemento clave a la hora de dejar nuestra bañera como nueva.

Pero, como suele pasar en la mayoría de ocasiones donde el vinagre se convierte en un aliado de la limpieza, también es buena idea que sumemos el bicarbonato a la ecuación.

El truco consiste en esparcir bicarbonato por toda la bañera y, después, rociar por encima con vinagre. Después, se deja actuar durante unos segundos y con ayuda de una esponja se frotan las paredes de la bañera hasta que queden limpias y brillantes.