La apuesta del actual equipo decanal de la Universidad de Córdoba por la investigación queda reflejada en la creación del Vicerrectorado de Política Científica al frente del cual se encuentra la catedrática de Ingeniería Hidráulica, María José Polo Gómez. Polo ha desempeñado distintas responsabilidades, entre ellas, la Dirección de la sede en la UCO del Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía, IISTA, de 2011 a 2022 o la Coordinación Académica del Campus de Excelencia Internacional en Agroalimentación, ceiA3, de 2009 a 2011. Ahora, como vicerrectora, tiene claro su objetivo: la calidad de las personas en investigación.
Usted tiene una amplia experiencia en gestión universitaria. Supongo que toda esa experiencia le está resultando muy útil en su nuevo cargo de vicerrectora de Política Científica…
Sí, toda experiencia enriquece. Aporta mucho haber sido responsable en prácticamente todo tipo de convocatoria competitiva nacional y diversas internacionales; dirigir el grupo de investigación, primero, y el instituto IISTA en la UCO, después; la actividad internacional; la divulgación... También ayudan el periodo de gestora en la Agencia Española de Investigación y la ingente evaluación de proyectos nacionales y europeos. Todo desde las trincheras y gracias al trabajo en equipo y a las oportunidades que me brindó el sistema público.
Su vicerrectorado es toda una declaración de intenciones del equipo rectoral, que está dejando patente su apuesta por la investigación. ¿Cuáles van a ser los pilares de esa apuesta?
Muy simples: perseguir la calidad de las personas en investigación y de sus condiciones de trabajo. Mejorar las oportunidades de estabilización; fomentar institutos y unidades de investigación de excelencia; atraer y retener talento; impulsar liderazgo internacional; optimizar la gestión administrativa; fomentar vocaciones científicas y divulgar. Con todos y con mi equipo, los profesores Feliciano Priego y José Luis Quero, directores generales, Mónica de la Paz y Elena Fernández, responsables del Servicio de Gestión de la Investigación (SGI) y la Oficina de Proyectos Internacionales (OPI), respectivamente, la doctora Isabel García y el profesor Nahúm Ayala, directores respectivamente del Servicio Central de Apoyo a la Investigación (SCAI) y del Servicio de Animales de Experimentación (SAEX), y Elena Lázaro, responsable de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCCI).
Bajo el paraguas del Vicerrectorado que dirige se encuentran los institutos de investigación. ¿Qué planes tiene para los mismos?
Son estructuras indispensables para plantear preguntas científicas en una realidad con dimensiones cada vez más complejas y abordar de forma multidisciplinar los retos sociales actuales. Son los foros per se de debate científico y los instrumentos más eficaces para captar y rentabilizar financiación competitiva por su investigación de excelencia. En la UCO, recibirán un fuerte impulso en este nuevo periodo, siguiendo la estela del Instituto Andaluz de Investigación y Ciencia de Datos e Inteligencia Computacional (DaSci), el Instituto Interuniversitario de Investigación del Sistema Tierra en Andalucía (IISTA), el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (Imibic) y el Instituto Químico para la Energía y el Medio Ambiente (Iquema), y de la Unidad María de Maeztu-Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (Dauco).
También es de su competencia la Oficina de Proyectos Internacionales. ¿Cómo va a apoyarla?
En el fomento de nuestra participación y éxito en las convocatorias de I+D+i internacionales, la OPI ha sido fundamental y necesitamos consolidar a su plantilla, aún precaria para el trabajo existente pero, sobre todo, para el que nuestro personal investigador podrían desarrollar, aún más como socios coordinadores, con gran carga de gestión. La labor de su equipo requiere especialización, objetivo a reforzar en este periodo.
Entre sus muchas responsabilidades están los servicios centrales de Apoyo a la Investigación y de Animales de Experimentación. ¿Qué puede decirnos de ellos?
El SCAI y el SAEX ofrecen servicios a numerosas áreas en la UCO y a terceros, cuya centralización permite un funcionamiento continuo de equipos costosos de la forma más eficiente. La consolidación de unas plantillas muy cualificadas es aún una tarea pendiente fundamental.
Investigar es fundamental pero también lo es trasmitir los resultados de esa investigación y en ese ámbito la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación está haciendo un papel destacado. ¿Cómo van a potenciar su labor?
En diez años, nuestra UCCI se ha ganado su prestigio nacional con creatividad, impacto y éxito en involucrarnos en una faceta, la divulgación, sin reflejo directo en la evaluación de nuestro trabajo hasta fechas recientes. El papel de su coordinadora, Elena Lázaro, ha sido clave para diversificar acciones, conseguir financiación y, gracias a su personal y los investigadores participantes, transmitir una imagen más clara del valor de la investigación.
La Universidad de Córdoba cuenta con un Comité de Bioética y Bioseguridad. ¿Qué papel debe jugar?
El Comité de Bioética y Bioseguridad garantiza en la UCO una investigación con seres vivos ética y su desarrollo seguro para los trabajadores y el medio, verificando estas condiciones en los proyectos los comités de experimentación animal, ético de investigación con humanos, de evaluación de experimentación con organismos modificados genéticamente, y de bioseguridad.
¿Y cómo va a incentivar la Universidad las relaciones con el Jardín Botánico?
Manteniendo el buen trabajo hecho por su directora, la profesora Martín-Consuegra, trabajando con el Instituto Municipal de Gestión Medio Ambiental (Ingema) para una mayor interacción del personal de la UCO, apostando por el Banco de Germoplasma, uno de sus valiosos recursos.
