Organización con base en Valladolid

Detenidas 14 personas e investigadas otras ocho por estafar con la modalidad del 'hijo en apuros'

La Policía Nacional detallará la operación este jueves en una rueda de prensa aunque ha anticipado que el fraude ocasionado por esta organización ha sido de 105.000 euros

Las "mulas" han sido localizadas en Córdoba, Valenica, Barcelona y Huesca

Un agente de la Policía Nacional de Valladolid.

Un agente de la Policía Nacional de Valladolid. / EP

EFE

La Guardia Civil y la Ertzaintza han detenido a siete personas e investigan a otras cuatro por supuestamente formar una red criminal que estafaba en toda España mediante el método del "hijo en apuros" con un envío masivo de mensajes con el que llegó a obtener, al menos, 190.000 euros.

Según han explicado en rueda de prensa el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano, el teniente coronel jefe de la Comandancia de Ávila, Gustavo Dorda, y el intendente Mikel Treku, jefe territorial de la policía autonómica vasca en Guipúzcoa, los implicados utilizaban un sofisticado sistema de envíos masivos, capaz de remitir hasta 8.000 mensajes diarios.

En los registros efectuados en las provincias de Madrid y Guadalajara, desde donde operaban los cabecillas, se han encontrado 350 módulos de telefonía, 800 tarjetas SIM de distintas operadoras, 5 dispositivos inalámbricos de telecomunicación, cinco ordenadores y siete discos duros.

Esta actuación se ha realizado en dos operaciones, "Rosbunk" en Ávila y "Pool" en Guipúzcoa, que han confluido en una conjunta denominada "Rosbunk-Pool".

Dicha operación ha sido desarrollada por el Equipo de Delitos Informáticos y Tecnológicos (EDITE) de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Ávila, el Equipo @ de Ávila y la Sección de Internet del Servicio de Investigación Criminal de la Ertzaintza de Gipuzkoa, además de la colaboración y apoyo de la Unidad Central Operativa (UCO) de Guardia Civil.

A los detenidos se les imputan los delitos de estafa, blanqueo de capitales y usurpación de estado civil, llegando a suplantar también "identidades de administraciones".

Los cuatro "cabecillas" de la organización operaban desde Guadalajara y Madrid, desde donde se remitían masivamente los mensajes sospechosos, mientras que el resto operaban como "mulas económicas", que se quedaban con una pequeña cantidad ya pactada, mientras que el importe restante se lo entregaban a los "líderes".

Estos últimos invertían gran parte del dinero estafado mediante este método en criptomonedas, con el objetivo de eludir el control bancario.

"Mulas", localizadas en Córdoba

Las "mulas" han sido localizadas en las provincias de Valencia, Córdoba, Barcelona y Huesca, el subdelegado del Gobierno en Ávila, que, junto con el resto de mandos policiales han señalado que el máximo líder de esta red de supuestos estafadores era un "experto informático" con "altos niveles de conocimiento" en este ámbito.

Gustavo Dorda, que ha subrayado el "maravilloso intercambio de técnicas policiales" y el "magnífico ambiente de trabajo" entre ambos cuerpos, ha hecho hincapié en la dificultad de esta operación dado "lo novedoso de la tecnología" empleada.

Las actuaciones comenzaron a raíz de una denuncia interpuesta en una localidad de la provincia de Ávila el pasado junio por ese tipo de estafa del hijo en apuros, por valor de 11.000 euros.

En ese momento se puso en marcha la operación "Rosbunk" de la Guardia Civil de Ávila, con el objetivo de descubrir este entramado que operaba mediante el "engaño", a partir del envío de mensajes a miles de personas de personas en toda España, afectando a "centenares de víctimas".

La forma de actuar consistía en que dichas víctimas recibían varios mensajes de texto a su dispositivo móvil desde números desconocidos por parte de alguien que decía ser su hijo y diciéndole que se había quedado sin teléfono móvil, encontrándose en apuros, por lo que necesitaba "de forma urgente" una transferencia económica para volver a casa.

A través del número desde el que recibía el mensaje, el estafador lograba convencer a la víctima para que accediera a realizar unas transferencias bancarias que, en el caso de Ávila, supuso un total de 11.000 euros a tres cuentas distintas y envíos de dinero por un sistema de pagos rápidos e instantáneos.

Los agentes de la Guardia Civil analizaron la información y consiguieron identificar a los titulares de las cuentas bancarias beneficiarias de ese dinero, los "mulas", ubicados en las provincias de Valencia, Córdoba, Barcelona y Huesca.

Siguiendo con los datos obtenidos, los agentes consiguieron dos posibles ubicaciones desde donde se podrían estar enviando masivamente los mensajes de texto: dos domicilios en Guadalajara y otro en Madrid, con un hombre como sospechoso.

Mientras estaba en marcha la investigación desde Ávila, los agentes comprobaron que la Ertzaintza también estaba investigando a la misma persona dentro de la operación que fue bautizada como "Pool", con al menos 20 estafas con casi 50.000 euros defraudados.

De esta manera, la Guardia Civil y la Ertzaintza unificaron la investigación en una sola, para desarticular esta red criminal que, utilizando "dos técnicas distintas" en Guipúzcoa y en el resto de España, estafaba a través de un mismo "cabecilla".

Como resultado, este mes se hicieron dos entradas y registros domiciliarios de forma simultánea en sendos inmuebles de Guadalajara y Madrid.

En los mismos, se incautaron 350 módulos de telefonía; 800 tarjetas SIM de distintas operadoras; cinco dispositivos inalámbricos de telecomunicación; cinco ordenadores y siete discos duros.

Además, se recuperaron 45.000 euros del dinero defraudado a varias víctimas y bloqueado cinco cuentas bancarias con más de 100.000 euros.

En estos momentos se continúa analizando todo el material intervenido para poder identificar y ayudar al número total de víctimas estafadas.