Tribunales

Las acusaciones retratan a los parricidas de Zaragoza: "Son lobos con piel de cordero"

"Sí que la querían matar, hay muchos y variados indicios. La molieron a palos durante las últimas 48 horas y la drogaron sistemáticamente", afirma el abogado del padre biológico de Laia

La Fiscalía y las acusaciones particulares solicitan la prisión permanente revisable para cada de uno de los acusados

Vanesa Muñoz Pujol y Cristian Lastanao Valenilla, en el banquillo de los acusados.

Vanesa Muñoz Pujol y Cristian Lastanao Valenilla, en el banquillo de los acusados. / Andreea Vornicu

A. T. B.

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha celebrado este jueves la cuarta sesión del juicio con jurado popular contra Vanesa Muñoz Pujol y Cristian Lastanao Valenilla por haber torturado hasta la muerte a su hija Laia. En esta ocasión, la Fiscalía, las acusaciones particulares y las defensas han elevado a definitivas a sus conclusiones -ambos acusados afrontan la prisión permanente revisable- y han procedido a la lectura de los informes dirigidos a los nueve miembros del pueblo elegidos para impartir Justicia. Especialmente contundente ha sido el abogado que representa al padre biológico de la víctima, Manuel Hatero, quien no ha tenido ningún tipo de duda en manifestar que tanto Vanesa como Cristian son "lobos con piel de cordero". "Sí que la querían matar, hay muchos y variados indicios. La molieron a palos durante las últimas 48 horas, la drogaron sistemáticamente. Era un zombie, un muñeco de trapo al que pateaban", ha recalcado Hatero, para quien no hay ningún tipo de duda de la culpabilidad de los acusados.

"Es una persona calculadora, irascible y fría que, incomprensiblemente, se presenta como víctima. Su 'modus operandi' es quedarse embarazada de sus parejas y denunciarles por malos tratos. Si uno analiza sesudamente la prueba, nos lleva a ratificar que nos encontramos ante dos criminales crueles. Son los asesinos de su hija", ha proseguido el letrado. Más allá de estas consideraciones, Hatero ha justificado su petición de la prisión permanente revisable alegando que fue una muerte alevosa y en la que también concurrió el ensañamiento porque "hubo voluntad inhumana de aumentar deliberadamente el dolor de la víctima" como, por ejemplo, introducir a la víctima en agua fría pocas horas antes de certificar su fallecimiento.

En esta misma línea se ha expresado el representante del ministerio fiscal, si bien este ha matizado que la voluntad de los acusados no era acabar con la vida de la niña. En este sentido, el fiscal ha explicado que los delitos se pueden cometer por acción y por omisión y, precisamente, por esto último, considera que los acusados son responsables de la muerte de la menor. "El proceso de evolución de su perinotitis era de 48 horas, es decir, durante 48 horas los dos vieron que esta niña estaba muy mal. Su obligación era llevarla al médico y no la llevaron", argumentó. "Cuando vieron que la niña estaba muy mal, siguieron sin reaccionar. Eran consciente de que la situación era grave", ha proseguido el fiscal, recordando que los acusados no llamaron primero a los servicios sanitarios, sino que pidieron auxilio a los vecinos y fue uno de ellos quien "directamente" alertó a la Policía.

Por su parte, las defensas han insistido en la absolución de sus representados. Mientras que la abogada de Vanesa ha señalado que ella "no era consciente de la gravedad de los hechos" que atribuye únicamente a Cristian, el letrado de este último ha tratado de explicar que él estaba "sometido a la voluntad" de ella.

También han tenido turno para la última palabra los acusados. Vanesa ha preferido guardar silencio y Cristian sí que ha decidido dirigirse a la sala por última vez. "En ningún momento sabía que podía pasar esto", ha dicho.

El objeto de veredicto se entregará el próximo lunes a los miembros del jurado, quienes se encerrarán a deliberar sobre la inocencia o culpabilidad de Vanesa y Cristian. En el caso de que resulten culpables, será el magistrado presidente del tribunal del jurado, Alfonso Ballestín, quien determina la pena privativa de libertad que corresponde imponerles.