Muerte del chico cordobés

Una cámara grabó como Álvaro Prieto cayó fulminado tras tocar un cable de alta tensión

La Policía obtuvo tras localizar el cuerpo imágenes de una gasolinera próxima que muestran que el joven cordobés accedió al recinto donde fue hallado su cuerpo posiblemente para volver a intentar subirse al tren

Álvaro Prieto.

Álvaro Prieto. / CÓRDOBA CF

Isabel Morillo

La autopsia determinará todos los extremos sobre la

 pero la investigación policial empieza a tener elementos sólidos para encajar todas las piezas. Tal y como ha adelantado ‘Diario de Sevilla’ y ha podido confirmar este periódico de fuentes de la investigación, la Policía Nacional obtuvo ayer imágenes que demuestran que el chico accedió al recinto donde fue hallado su cuerpo la misma mañana de su desaparición, el 12 de octubre, y que subió al techo del tren donde cuatro días después y de forma sorpresiva, gracias a unos reporteros de TVE, apareció su cuerpo. Una vez que se localizó el cadáver, los investigadores acudieron a una gasolinera cercana donde hay cámaras de seguridad y pidieron visionar las imágenes. Ahí pudieron ver no solo al chico cordobés subido al techo del tren sino también cómo cayó fulminado, han confirmado a El Periódico de España fuentes de la investigación.

Eso afianza la teoría de que Álvaro Prieto tuvo una muerte accidental y posiblemente murió electrocutado tras tocar un cable de alta tensión de una catenaria, lo que le ocasionaría una brutal descarga eléctrica. Desde el techo del tren, el chico cayó al espacio entre los dos vagones donde quedó encajado su cuerpo sin que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado hayan sido capaces de encontrarlo. Fueron las imágenes de un cámara para TVE las que dieron con el cadáver del chico.

La reconstrucción de los hechos apuesta porque el joven, que perdió el tren de las 7.30 de vuelta a Córdoba tras una noche “normal” de fiesta con sus amigos en Sevilla, trató de subirse, al parecer hasta dos veces, en otros trenes sin billete y fue interceptado por los servicios de seguridad. Tras esto, salió de la estación de Santa Justa, Sevilla, hay imágenes de su salida pasadas las 9.30 de la mañana, y se echó a andar por la avenida Kansas City. Desde ahí, a la altura del puente de la carretera Carmona, pudo acceder a las partes de las vías donde se ubican los talleres de mantenimiento de los trenes. Posiblemente, sin móvil y sin dinero, pensó que desde ahí podría volver a los andenes evitando la seguridad para volver a subir a un tren camino a casa. Un fatal accidente, al subir al techo de ese tren averiado y tocar una catenaria, pudo acabar con su vida.

Tal y como confirmó Renfe, ese tren estaba parado y sin prestar servicio desde el pasado 24 de agosto. Era la máquina que había sufrido un accidente en Alcolea un día antes, el 23 de agosto, cuando atropelló a un vehículo, tal y como adelantó Diario Córdoba, periódico de Prensa Ibérica. El tren de media distancia llevaba desde entonces sin moverse y fue este lunes cuando se puso en marcha para acometer unas maniobras sin viajeros. Ese movimiento mostró el cuerpo de Álvaro Prieto, que había quedado encajado entre dos vagones. Que el tren no estuviera en funcionamiento no significa que no hubiera electricidad en las catenarias, los cables aéreos que alimentan con energía eléctrica a las locomotoras y que tienen una tensión mínima de unos 3.300 voltios, explican fuentes del caso. Potencia suficiente para que el chico pudiera morir en el acto electrocutado. A la espera de que a lo largo de la mañana de este martes se concluya la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Sevilla, las lesiones del cuerpo del chico muestran que tenía daños por quemaduras muy graves en al menos una mano y en la cabeza.

Rechazó ayuda

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, confirmó en una entrevista en Canal Sur que “la investigación pone de manifiesto que no participaron terceras personas”. Además no hay signos por muerte violenta en el cuerpo del chico. Aún la autopsia, que estará entre hoy martes y el miércoles, determinará exactamente de qué murió Álvaro Prieto. Fernández sí ha confirmado los actuales indicios que hablan de "electrocución" tras una “situación desgraciada por una actitud que cuesta trabajo entender al acceder a una zona restringida y llegar a los talleres donde se produce la muerte". El delegado del Gobierno no se explica por qué “no quiso aceptar ayuda” y precisó “por lo que me han informado se le ofrece cargar el móvil, pero no accede”.

Confirmó Fernández que las imágenes captadas por las cámaras de una gasolinera en las que se le ve accediendo al techo del tren que se obtienen después de hallar el cuerpo porque "se pone el foco" en la zona.

Nadie se explica cómo no se vio el cuerpo tras cuatro angustiosos días de búsqueda. El delegado defendió que “se hizo ahí una batida visual y con drones, pero era imposible ver el cuerpo desde el exterior que se hace visible cuando se despegan los vagones".