Un hombre acabó con la vida de su hijo de 21 años en València, en la noche del pasado sábado, homicidio que se producía solo 16 horas después de otro crimen registrado en Torrella (la Costera), en una jornada especialmente negra en la provincia de Valencia. Ambos se suman al crimen cometido el pasado jueves también en València, por lo que ha habido dos homicidios en menos de 48 horas en la ciudad y tres en la provincia.

El parricidio se produjo en el domicilio del padre, en el barrio de Cabanyal, sobre las once de la noche del sábado, cuando el joven se presentó en el domicilio paterno a pesar de que pesaba sobre él una orden de alejamiento, impuesta por un juzgado después de que el progenitor denunciara a su hijo por agresión, según han confirmado a Levante-EMV fuentes relacionadas con el caso.

Al parecer, fue el propio padre quien le permitió el acceso a la vivienda, tras lo cual se generó una discusión entre ellos que fue subiendo de tono, hasta que llegaron a las manos. Fue durante ese enfrentamiento personal cuando el padre, según las primeras investigaciones del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de València, habría golpeado a su hijo con un objeto contundente en la cabeza.

La pelea siguió en el suelo hasta que el padre acabó por estrangular a su hijo, aunque los forenses deberán determinar ahora si realmente la muerte fue como consecuencia del fuerte golpe en la cabeza o si la causa última del fallecimiento fue la asfixia mecánica por compresión del cuello.

Según confesaría más tarde el padre, pese a ser consciente de lo sucedido, no habría llamado de inmediato a la Policía, sino que le envió un mensaje por una aplicación del móvil a su exmujer y madre del fallecido, en el que le decía que "ya está todo arreglado".

La mujer, asustada, acudió al domicilio de su exmarido y fue entonces cuando descubrió que su hijo había muerto, momento en que avisó al servicio de emergencias 112, que envió al lugar coches patrulla de la Policía Nacional, así como una ambulancia del SAMU. Los primeros agentes que llegaron comprobaron que el chico yacía muerto en el suelo de la vivienda, así que pidieron la presencia del grupo de Homicidios y del equipo de inspecciones oculares de la Brigada de Policía Científica, y esposaron al padre, comunicándole que quedaba detenido por un homicidio en el ámbito de la violencia doméstica.

Los agentes alertaron a la jueza de guardia, en este caso, la titular del Juzgado de Instrucción número 21 de València, así como al forense, que acudieron al lugar pasada la una y media de la madrugada.

Tardó más de una hora en avisar

Según los primeros datos recabados, el hombre habría tardado más de una hora en avisar a su mujer. En ese tiempo, no ha sido capaz de explicar qué ocurrió. Según afirma, fue consciente de repente de que estaba a horcajadas sobre su hijo y que el joven ya no respiraba. Después, permaneció largo rato junto al cuerpo, según se desprende de la hora del mensaje a su exmujer, que coincide con los tiempos estimados por el forense.

Fue el facultativo quien percibió tanto el golpe en la cabeza, al parecer no compatible con una simple caída, como las marcas en el cuello que denotan el estrangulamiento.

La Policía Nacional y la jueza investigan ahora los episodios de violencia anteriores supuestamente protagonizados por el chico, y que habrían sido la razón por la que un juzgado había impuesto una orden de alejamiento al chico, para mantenerlo alejado de su padre —este diario no ha podido confirmar si también había protección sobre la madre—.

El cuerpo fue levantado por orden de la jueza al filo de las cuatro de la madrugada y trasladado al Instituto de Medicina Legal de València, donde hoy se le practicará la autopsia.