Desde octubre de 1996 se cambia la hora el último domingo de octubre, mientras que antes de esta fecha el cambio se producía en el mes de septiembre. Este año 2022 el cambio de hora está previsto para la madrugada del domingo día 31, concretamente, a las 03.00 horas de la madrugada del sábado al domingo. Se trata del momento en el que los relojes analógicos y digitales que no sean inteligentes tendrán que retrasarse una hora para entrar de lleno en el horario de invierno. En el momento en que las agujas del reloj marquen las tres de la madrugada, tendrán que retrasarse una hora para volver a marcar las dos. 

Esta modificación del horario se aplica a todos los países de la Unión Europea, y fue creado para ajustar la jornada laboral a las horas de luz natural. ¿Pero sirve realmente este cambio para ahorrar en luz? Lo cierto es que cada vez que hay que cambiar la hora se produce un reajuste en las personas ya que amanece una hora antes, y por lo tanto anochece también una hora antes, por lo que se dispone de menos tiempo de luz solar por las tardes y se hace necesario consumir una hora más de electricidad. Según los expertos, al amanecer una hora antes hay más personas que pueden disfrutar de más luz solar, provocando un ¿claro? beneficio para la salud.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, IDAE por sus siglas, los hogares españoles ahorran con esta medida una media de 6 euros de luz al mes, lo que representa aproximadamente un 5%, o lo que es lo mismo, unos 300 millones de euros de ahorro.

En cuanto a la pregunta del millón, de si este será ya por fin la última vez que tengamos que modificar los relojes, debemos deciros que no, puesto que en marzo de 2023 está previsto que volvamos a tener que adelantar las saetas.