Desde el inicio del confinamiento por el covid-19, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha ido publicando mapas que certifican una enorme bajada de contaminación. No obstante, en el mapa referente al confinamiento parcial (del 14 al 31 de marzo) aparecen unas manchas de polución en unos puntos concretos de España.

Las manchas visibles en los mapas no representan necesariamente emisiones fuertes y continuas. Un ejemplo de ello es el tachón detectado cerca de Motril (Granada). En esa zona no hay viviendas ni industria. Pero Jordi Massagué, del equipo de Querol, descubrió que el primer día de confinamiento se dio un incendio en ese paraje, que generó el NO2 registrado.

Las manchas de Martorell (Baix Llobregat) y Castelló (Comunidad Valenciana) son quizás menos anecdóticas. La primera corresponde a un gran polígono industrial, que incluye una enorme acerería. La segunda se sitúa por encima de unas fábricas de azulejos, en una zona que provee de cerámica al 15% del mundo, según Querol.

El satélite no toma datos cuando hay nubes y el periodo analizado es muy corto: probablemente, hay otras muchas fuentes de NO2 (por ejemplo, centrales térmicas), que no salen reflejadas.