El padre que el domingo por la noche presuntamente degolló a su hijo de 19 meses y apuñaló gravemente al mayor de cinco años fue hospitalizado esta pasada madrugada después de que volviera a intentar suicidarse en los calabozos de la comisaría de Tetuán, donde se encontraba tras ser detenido. El bebé fue enterrado el martes, mientras el mayor se recupera bien de las graves heridas sufridas.

La policía tiene hasta las tres de esta madrugada para pasar a disposición judicial al padre. Hasta ahora los investigadores del grupo de homicidios no le han podido tomar declaración y dudan que puedan hacerlo. El hombre, según varias fuentes, se encuentra absolutamente "abatido, destrozado" y solo manifiesta su voluntad de morir. Lo ha intentado en dos ocasiones, anudándose al cuello la camiseta que vestía en los calabozos de la comisaría. Tras el segundo intento, esta pasada madrugada fue trasladado al hospital Clínico de Madrid, donde en las próximas horas será visitado por un psiquiatra que valorará su está en condiciones de prestar declaración ante la policía, o ante el juez.

Si han declarado la madre de los niños y los familiares y allegados de la pareja, separada hace dos meses. El terrible suceso ocurrió el domingo por la noche en el domicilio paterno de Carabanchel. La mujer había decidido irse con sus dos hijos a la casa de su hermana tras las continuos "malos tratos" sufridos por el marido en los últimos meses y que no había querido denunciar. A pesar de la tensión, la madre accedía a que sus hijos pasaran algunos fines de semana con el padre. Es lo que ocurrió este último fin de semana. El domingo por la noche, después de recibir una llamada del padre, la mujer corrió al domicilio a buscar a sus hijos. La escena en el piso fue aterradora. El pequeño había sido apuñalado y degollado. Y el mayor todavía tenía un cuchillo clavado en la espalda. Sentado en el sofá, sin inmutarse ante los gritos desesperados de la madre, el hombre solo atendió a decir que "lo he hecho por su bien, para que no sufran ni tengan la vida que has tenido tú". Parecía un crimen planeado, porque el hombre incluso dejó anotado junto a una cartilla de ahorros que los cerca de 16.000 euros que había ahorrados se los enviaran a sus padres, en Uruguay. Ahora, según los investigadores, es como si fuera consciente de lo que realmente ha hecho. Demasiado tarde.