El nuevo presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el banco del Papa, porque responde directa y únicamente a él, será un financiero alemán que en su país es también tesorero de la Soberana Militar Orden de Malta (SMOM). Se trata de Ernst von Freyberg (1958), que reparte su agenda entre las finanzas y la organización de viajes de enfermos a Lourdes.

El nombramiento fue anunciado ayer, después de una filtración vaticana, desmentida a las pocas horas, según la cual se había elegido a un belga para el cargo. Se trataba de un experto en la compraventa de grandes inmuebles, alejado de las obras de caridad del instituto.

La designación de Von Freyberg una semana antes de que la Santa Sede se paralice a la espera del nuevo papa, acaba con el pulso entre las dos líneas que pugnan en el gobierno central, definido en el Vaticano como "la normal dialéctica" entre favorables y contrarios a la transparencia.

Sus puntos de referencia son Angelo Sodano y Tarcisio Bertone, respectivamente decano del Colegio Cardenalicio y secretario de Estado. En el caso del presidente del IOR, la pugna habría tenido lugar entre Attilio Nicora, uno de los altos funcionarios más eficientes del Vaticano, y Bertone, del que numerosos cardenales ya habían pedido la dimisión. La discutida línea de Bertone y la imposibilidad de dimitirlo sin trastornar los equilibrios vaticanos sumarían razones a la renuncia del Papa. Nicora, favorable a la transparencia, quería aplazar el nombramiento, y Bertone lo quería ya, aunque no habría obtenido a su candidato, el belga.

El nombramiento resuelve un vacío, tras la literal defenestración en mayo del anterior presidente, Ettore Gotti Tedeschi, exdirectivo del Banco Santander en Italia, nombrado por Benedicto XVI, a quien el consejo de administración consideró demasiado entrometido en los mayores secretos del banco. El Santander ya cuenta con Manuel Soto Serrano en el consejo de administración del instituto, que incluye a un alemán, un italiano y el presidente de los Caballeros de Colón, otro poder fáctico y económico del Vaticano.

La elección ha sido aprobada por el Papa, que conoce a la familia del abogado. "No ha intervenido en la criba", puntualizó Federico Lombardi. La importancia del IOR, creado en los años 40 del siglo pasado y evaluado en 5.000 millones, no reside en su valor, sino en su colocación extraterritorial en Roma, lo que hasta hace poco lo convertía en una especie de paraíso fiscal.