Al igual que los trabajadores activos, los pensionistas de toda España abonarán a partir del 1 de julio un copago por cada medicamento que consuman pero, a diferencia de las personas con trabajo, quienes viven de una pensión abonarán un máximo mensual de 8 o 18 euros, en función de su paga. La prisa con que se está preparando este nuevo cobro ha hecho imposible que los farmacéuticos elaboren un programa informático que les alerte cuando un pensionista llegue al tope.

El real decreto del Ministerio de Sanidad no prevé que los farmacéuticos dispongan de recursos informáticos, sino que habla de que cada comunidad "reembolsará" a estos ciudadanos "semestralmente" lo que se haya pagado de más por este concepto.