El juicio por la violación y asesinato de Marta del Castillo escucha esta semana a los padres del Cuco, el menor condenado por encubrir el crimen, y a cuatro vecinos que declararon haber visto a la joven con vida, lo que impidió centrar las primeras pesquisas en el asesino confeso, Miguel Carcaño.

En el ecuador del juicio que empezó el 17 de octubre, la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla ha citado para hoy lunes a Rosalía G.M. y Angel R.C., padres del Cuco, que declararán a qué horas de la noche del 24 de enero del 2009, cuando desapareció Marta, vieron a su hijo.

POLEMICA TELEVISIVA Su comparecencia se produce en medio de la polémica creada por la entrevista realizada en la cadena Tele 5 a la madre del Cuco y lo que percibió por ella, lo que ha motivado una campaña a través de las redes sociales de "apagón" a la cadena los días 15 y 16.

Hoy están citados también tres abogados que asistieron a Samuel Benítez, acusado de participar en la desaparición del cadáver de Marta, y que serán preguntados por la alegación del imputado de que sus primeras confesiones se debieron a "presiones" de la Policía.

Está citado también el padre del vecino que vio a Carcaño a la 1.30 de la madrugada del 25 de enero con una silla de ruedas, presuntamente utilizada para trasladar el cuerpo, y Alejandra P.G., la mejor amiga de la joven de 17 años desaparecida.

Entre mañana martes y el miércoles, el tribunal ha citado a cuatro vecinos de la familia Del Castillo que, en sus primeras declaraciones, aseguraron haber visto a la joven Marta en el portal de su vivienda hacia las 21 horas del mismo día de su desaparición, lo que corroboró la versión de Carcaño de que a esa hora la había llevado en su ciclomotor hasta la esquina de su casa e impidió que las sospechas se centraran en él.

Entre estos vecinos, están citados Concepción J.R. y su marido José C.C., quienes dijeron que entre las 21.10 y las 21.20 horas de aquel día salían juntos de su bloque cuando se cruzaron con Marta, que sujetó la puerta del portal con la pierna para evitar que se cerrara y se quedó allí en actitud de espera.